Lady Gaga inició una campaña mediática en contra de la ley “Don’t ask, don’t tell” (no preguntes, no lo digas), que prohíbe servir en el Ejército a los homosexuales que muestren abiertamente su orientación sexual.
La derogación de la polémica ley, que se instauró en Estados Unidos en 1993, bajo el Gobierno del demócrata, Bill Clinton, se debatirá la próxima semana en el Congreso estadounidense.
Desde la tribuna de la popularidad, Lady Gaga ha pedido a sus seguidores en un vídeo colgado en Youtube que se movilicen y envíen cartas a sus senadores para que voten a favor de derogar la ley.
“He llamado a los dos senadores de mi distrito y no dejaré de hacerlo hasta que consiga hablar con ellos”, dice la polifacética artista que aparece vestida con un traje negro de chaqueta, corbata y una gran bandera estadounidense de fondo.
“Quiero dejarles este mensaje: Soy una votante, me llamo Stephanie Joanne Angelina Girminata, también conocida como Lady Gaga. Estoy llamando para pedirle que vote con los senadores Harry Reid y Carl Levin para revocar “Don’t ask, Don’t tell” y se opongan a la vergonzosa maniobra de bloqueo de John McCain”.
Esta semana el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, anunció que introducirá la revocación de la ley como enmienda a la ley de Asignación de Gastos de Defensa.
Desde entonces la cantante ha intercambiado mensajes de twitter con el senador al que agradeció su iniciativa en favor de la comunidad homosexual.
Según señalan las organizaciones de afectados por esta ley y recuerda la propia Gaga en su vídeo, desde que se aprobó “14.000 personas han sido dadas de baja de las Fuerzas Armadas, anulando su derecho a luchar por su patria y sin recibir el honor ni el reconocimiento de lo valioso que han sido en sus unidades”.
“Esta ley no permite mantener en privado la orientación sexual”, lamenta la cantante que señala que desde que el presidente Barack Obama llegó al poder 400 militares han sido retirados por este motivo.
Gaga lamenta que también pone como “objetivo” a los homosexuales y a las lesbianas, uno de los argumentos de los detractores de esta ley, que aseguran que ha fomentado una cultura de delación y la venganza entre las filas del Ejército.