No va más. Cansado de sus continuos arrebatos y desplantes, directivos de Frecuencia Latina rescindieron contrato a Jaime Bayly y sacaron del aire el programa “El francotirador”, sin dejar que el escritor se despida de sus televidentes.
La gota que derramó el vaso fue el e-mail que Bayly envió a Baruch Ivcher, en el que, imponiendo sus condiciones como si fuera un todopoderoso, indica que sólo iría con su programa diario y dominical hasta el 26 de diciembre ya que se cansó de que el canal no respete sus opiniones.
“Envié una carta muy cordial a mi amigo Baruch, espero que siga siendo mi amigo cuando no trabajemos juntos.
Como no seré candidato presidencial porque el sueldo no me alcanzaría para mi gasto familiar y mi salud, no podría con cinco años de mandato, no tendré exposición mediática en las elecciones presidenciales”, fue lo que dijo Bayly la noche del lunes.
Aunque su deseo era acabar su relación en buenos términos con el canal de la avenida San Felipe, finalmente no logró su cometido ya que ayer, tras una reunión del directorio, se acordó cancelar el programa intempestivamente. Al equipo de producción del “Tío terrible” se le ordenó por la tarde el cese de sus funciones y aún no se sabe cuál será su futuro laboral.
Lo único cierto es que Bayly cavó solo su tumba con sus continuas pataletas y constantes burlas a sus propios compañeros y al mismísimo Baruch. Ni su ex esposa, Sandra Masías, a quien hace poco juraba amor eterno, se salvó de él, ya que volvió a arremeter contra ella y se mofó de haberla echado junto a sus hijas del departamento que hace poco compró en San Isidro.
Todo porque supuestamente la madre de sus hijas y su progenitora estaban “conspirando” contra su joven pareja Silvia Núñez del Arco, quien estaría esperando no un niño como anhela Jaime, sino una niña, la tercera hija para él.