Maricarmen Marín saltó en un pie de felicidad al saber que la miniserie que protagoniza, “Yo no me llamo Natacha”, lideró el rating del lunes al alcanzar 29 puntos de sintonía. “Gracias a Dios y gracias a todo el público que nos premió con su sintonía y esto recién empieza, no saben cómo se van a divertir con lo que viene”, sostuvo la actriz, que confía que la producción de Michelle Alexander también podría batir récords de sintonía como “Al fondo hay sitio”. “Tengo fe que las cifras se mantendrán e incluso van a subir”.
El buen rating no fue un chispazo de suerte ya que el especial de esta “achorada” empleada del hogar y las vivencias de sus otras “colegas” que se emitió el sábado último, también alcanzó alto puntaje, con 27,2 puntos de rating.
La producción compitió directamente con “Megashow”, conducido por Tula Rodríguez, que sólo sumó 2,6 puntos de rating pese a la expectativa que generó su publicitada entrevista con su ex Waldir Sáenz. Sobre su papel, Marín contó que se siente identificada porque ambas no sólo son de barrio (vivió en San Martín de Porres), sino porque es temperamental y no se deja pisotear por nadie.
“Al igual que Natacha, soy una mujer que no le tiene miedo a nada, que se lanza a la piscina y dice lo que piensa. Creo que ella ha hecho que regrese a mí una esencia que había perdido con el tiempo”. Maricarmen saborea el éxito junto a su padre y hermanos, ya que se encuentra soltera y sin compromiso desde hace dos meses.
“Coco (Castillo) y yo somos más que amigos, somos familia. Con él he vivido los mejores seis años de mi vida. Con Juan Carlos Fernández ambos estábamos en otra etapa de nuestras vidas. No había tiempo para nosotros, para construir algo en serio”. La actriz afirma que cuando está enamorada es acaparadora. Está segura que sus ex parejas le han sido infieles, pero que ella se enteró después y no ha sufrido.
Fuente: Diario Ojo