Comiendo un helado y súper relajada, ubicamos a la bomba paraguaya Larissa Riquelme en la soleada playa de Bujama, en Cañete.
La “Novia del Mundial de Sudáfrica” estaba sentada en una silla playera, acompañada de amigos, al parecer todos paraguayos. Lucía un bikini floreado, que dejaba ver su esbelta figura.
Cuando vio que la fotografiaban, se puso un poco a la defensiva y pidió que la dejen descansar en paz.
“Por favor, estoy de vacaciones, solo deseo estar tranquila, muchas gracias”, fue lo primero que dijo. Ella quería pasar de incógnita y su visita coincidió con un campeonato de motonáutica. Larissa se confundía entre el público, cuya mayoría no la reconocía. Los que lo hacían, la saludaban y ella respondía con un hola y levantaba la mano.
La paraguaya, cámara en mano, fotografió algunas escenas del evento. La modelo estaría alojada en un hotel de Asia.
Aunque los hombres se morían por verla y estar cerca de ella, las chicas, en cambio, decían abiertamente que la paraguaya era muy flaca y no tenía cuerpo.
“Es bajita, no sé qué le verán los hombres”, se escuchó decir.
Se vino por Fretes
El motivo de la visita al Perú no solo habría sido para vacacionar y relajarse unos días, sino básicamente para estar al lado del delantero de la San Martín de Porres, el paraguayo Walter Fretes, con quien desde hace meses se le vincula como pareja, pero ella lo negó.
Según publicó un portal paraguayo, desde el año pasado en Perú se hablaba del romance de Larissa y Fretes, pero ambos dijeron que eran solo amigos.
Sin embargo, ellos fueron vistos muy enamorados y agarraditos en una fiesta por el aniversario de un club paraguayo. La última aparición pública de la parejita fue en una fiesta de Año Nuevo, en Paraguay. Ambos lucían muy acaramelados y bailando.
Fuente: Diario El Popular