“No tengo palabras para definir la emoción que siento, mi nieto Ian Alonso llegó a este mundo lleno de bendiciones. Soy una abuela súper feliz”.
Eva Ayllón carga en sus brazos al hijo de su primogénito Carlos Alberto e inmediatamente se remonta 26 años atrás, cuando debutó como mamá y su vida cambió por completo. Pero esta vez es diferente, desde el sábado 26 de marzo tiene un motivo más para sonreír, hoy no hay tristeza, nervios por un futuro incierto, ni el deber de asumir el reto de afrontar sola la crianza de un pequeño. Esta vez hay felicidad pura, una familia que celebra la llegada de un nuevo integrante, los papás dichosos y los abuelos a quienes les hace falta babero.
“Agradezco sus mensajes llenos de amor y buenos deseos, sé que mi público celebra mis alegrías como suyas y la llegada de mi primer nieto es para mí motivo de celebración. Los quiero mucho”, afirma Eva, quien estuvo al lado de su nuera Ozmary Saldarriaga desde cuando le empezaron las primeras contracciones previas al parto.
El pequeño Ian Alonso Yamasaki Saldarriaga nació en una clínica de Patterson, New Jersey, y recibió a las pocas horas de haber llegado al mundo la visita de toda su parentela. Se dejaron ver Rosa Ayllón, tía abuela del heredero, el orgulloso abuelo Carlos Yamasaki, Francisco García Ayllón, flamante tío, entre una larga lista de familiares que hacían cola por conocer al bebé Yamasaki.
“Mi hijo y su esposa se conocieron en Lima cuando estudiaban la primaria, fue su primera enamorada y se dejaron de ver porque ella emigró del país. La vida y Dios les dio la oportunidad de reencontrarse en los Estados Unidos y fue aquí donde se volvieron a enamorar, se juntaron, se casaron y ahora son flamantes papás de mi Ian”, relata la intérprete de “Huellas”.
Eva decidió no aceptar compromisos artísticos por lo menos durante todo lo que queda de marzo para estar al lado del bebé. “Quiero disfrutarlo, él será el motivo para tratar de regresar más rápido a casa. Ese pequeñito nos ha cambiado la vida”, dijo Eva.
Fuente: Diario Ojo
