La estrella juvenil se deshizo de su imagen de niña y ofreció un potente concierto en la explanada del estadio Monumental.
Quienes esperaban ver a la tierna Hannah Montana de las series infantiles de Disney Channel, se equivocaron: quien llegó al Perú ayer, fue una joven mujer que mostró su aspecto más sensual y rebelde, y que incluso incitó a las jovencitas a romper las reglas de un concierto que se pensaba fuera de lo más pacífico, durante su gira “Gypsy Heart” o “Corazón Gitano”.
“Escuché que les pidieron retirarse de los pasadizos y bajarse de las sillas. No hagan caso. Quiero que rompan las reglas, salten y griten”, dijo Cyrus, que irrumpió en el espectacular escenario a las 7:29 p.m. de la noche, vestida con un coquetetísimo atuendo de cuero (misma “dominatrix”) y una casaca roja.
Fue entonces que la fanaticada –compuesta en su mayoría por niñas de 12 a 16 años acompañadas de sus padres o madres, empezaron a gritar enloquecidas y a apostarse en la parte más cercana al estrado, para corear el tema “Liberty Walk”, una canción que parecía graficar el objetivo de Miley Cyrus, al intentar dejar la imagen de niña indefensa que se hizo en la TV- y que la estrella bailaba con actitud enérgica y avasalladora, reflejándose en las dos pantallas gigantes LCD a ambos lados del escenario.
El rock no dejó de estar presente en la ‘performance’: Cyrus cantó, entre otros covers de Joan Jet como “Bad reputation” y “Cherrybomb”, el archicovereado “I love rock and roll”, comprobando sus ganas de imitar la faceta ‘rockera’ de Britney Spears, a quien declaró una de sus ‘popstar’ más admiradas alguna vez.
Otro de los momentos más sorprendentes de la noche, fue escuchar a esta jovencita de 18 años interpretar un himno del rock de todos los tiempos como “Smells like teen spirit” (se la dedicó a su pequeño hermano): las pequeñas seguidoras de Cyrus allí reunidas, cantaban y bailaban (¿habrán escuchado este tema alguna vez?) al ritmo del grunge de Nirvana, solo que no en la voz de Kurt Cobain, sino de Cyrus.
No faltaron en la noche baladas como “Obsessed”, “Forgiveness and love” o “Scars”, con las que miles de jovencitas deliraban, con banderas y pancartas que decían “Miley, Lima Loves You”. No faltó quien derramó algunas lágrimas al escuchar otro de aquellos edulcorados éxitos de la cantante, como “The Climb”. Eso sí, Cyrus no lloró, tal como lo hizo ayer Quito.
Sin dejar de decir “Thank you guys” o “I love you guys”, la joven estadounidense también interpretó su último éxito “Can’t be tamed” y tras despedirse, un escenario de voces infantiles la reclamó de vuelta a coro de “Miley, Miley”.
Convencida por su público, Cyrus regresó con un vestido rojo a interpretar “My heart beats for love” –con el fondo de la bandera del Perú, a modo de gratitud- y finalmente “Who owns my heart”, dejando satisfechas a unas 19 mil personas, (entre padres y niñas) que allí asistieron.
Fuente: El Comercio