La socialité dejó prendados a muchos cuando salió a almorzar con sus amigos en un tradicional restaurante.
La espectacular Kim Kardashian nunca deja pasar un detalle para verse bien. Pese a que esta vez solo salió para almorzar en un restaurante de Beverly Hills, la socialité no dejó pasar la oportunidad de deleitar con sus curvas y caminó enfundada en un ceñido vestido blanco.
Según informó el portal web del diario inglés “Daily Mail”, Kardashian comió con sus amigos en el famoso y tradicional restaurante “Nate ’n Al’s”.
Fuente: El Comercio