La cantante se presentará en la explanada del estadio Monumental. Traerá lo mejor de sus cuatro discos, incluido el último, “Goodbye Lullaby”.
Parece como si fuera ayer cuando “Complicated” sonaba por la radio, a cada momento. Una canción que envolvía en partes iguales dos caras de una moneda: la ingenuidad y la rebeldía. O la dulzura y la irreverencia. Polos contrarios que definen de arriba a abajo a Avril Lavigne, la vocera de la posadolecencia inconforme. La voz de las hormonas en desarrollo. El dedo en la llaga. Luego estaba “Sk8er Boi”, algo más punkie. Era apenas el comienzo del camino, marcado por ese álbum debut del 2002 titulado “Let Go”.
De ahí a la actualidad nos separan nueve años, tiempo en el cual ha discurrido una carrera de caminos parejos y de ligera sinuosidad, con momentos más altos que otros, pero con la sensación de que la cantante nativa de Ontario, Canadá, ha ahorrado pólvora suficiente como para volver a explotar como una de las fuerzas jóvenes del power pop. O del pop punk (sirvan estas palabras para intentar definir su estilo, ese que puede quebrar el orden de las cosas, con un rock a rabiar, pero luego reconciliar posiciones encontradas con alguna sutileza).
¿QUIÉN ES ELLA?
Avril Ramona Lavigne nació el 27 de setiembre de 1984. De chica no era de las tranquilas. Más bien era de las que había que disciplinar a como diera lugar (no faltaron los castigos de los maestros de escuela). Pero ello no supuso demasiados dolores de cabeza para sus padres. Por el contrario, ellos la apoyaron en sus precoces inclinaciones por el canto: al menos, le compraron un micrófono, teclados, guitarras, batería. No se podía quejar. Y, además, con ese ‘background’ era muy difícil que la petisa no se dedicara en el futuro a hacer música. Llegaron los karaokes y las presentaciones en espacios de música country, donde, ya de adolescente, interpretaba temas de Shania Twain, Garth Brooks o las Dixie Chicks.
La música terminó siendo su manera de vivir. Cuatro discos de Avril ya reposan en las tiendas del mundo. Sumándolo todo, hasta el momento, ha vendido más de 30 millones de placas, y viene al Perú en su momento de definición, a una edad propicia para seguir creciendo.
EL DATO
Avril Lavigne se presentará en la explanada del estadio Monumental de Ate este 20 de julio.
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Fuente: El Comercio