Tras ocho años de romance, Havier y Analí se dieron el sí. No fue una boda de ensueño, Chelita no estuvo de blanco como siempre quiso, no hubo una enorme torta, pero sí mucho amor pese que muchos no estaban de acuerdo con su unión.
La pareja se casó simbólicamente meses atrás en una íntima ceremonia celebrada en el hospital Edgardo Rebagliati, donde ella fue internada tras sufrir un cuadro de deshidratación a raíz de la dieta natural que estaba siguiendo para combatir su mal.
Testigos de ese amor y del intercambio de anillos que realizaron fueron sus familiares.
“Ella ha vuelto a nacer. Ahora es la señora de Arboleda, estamos felices. Un papel no significa nada cuando hay amor, nosotros nos amamos y eso es lo que importa”, dijo luego de su enlace Havier.
No estaban de acuerdo. Aunque muchos cuestionaron su amor, lo cierto es que el actor se convirtió en el compañero infatigable de su esposa. La cuidó como nadie, no la dejó sola ni un instante pese a que lo calificaban de mantenido y vividor.
“A mí que me disparen todas las balas, pero a ella no la toquen. Yo estoy a su lado porque si no quién la va a cuidar, cambiar y bañar. Ella solo me tiene confianza a mí”, declaró Arboleda en su momento.
Tal vez por eso, mientras cargaba el féretro con los restos mortales de su pareja, no aguantó más y se desvaneció. Arboleda tuvo que ser socorrido por sus familiares y amigos, quienes confirmaron que se encuentra en “shock”.
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Fuente: Diario Aja