La hoy esposa del príncipe Alberto hasta habría pedido asilo a la Embajada de Sudáfrica en Francia.
Al parecer no todo fue paz y amor en la unión real entre Charlene Wittstock y el príncipe Alberto de Mónaco. Probablemente, las lágrimas que soltó la bella sudafricana en medio de la boda no fueron de emoción, sino de real desconsuelo.
Antes de que se llevara a cabo el matrimonio, la hoy princesa de Mónaco habría intentado volar a su natal Sudáfrica en tres ocasiones, escapando así de su destino monárquico, informó el diario británico Daily Mail.
LOS INTENTOS DE FUGA
Wittstock habría llevado a cabo su primer intento de fuga en mayo, cuando viajó a París a probarse su vestido de novia. En esa ocasión, la hoy princesa habría pedido refugio a la embajada sudafricana en Francia.
Durante el Grand Prix de Mónaco, que se realizó a finales de mayo, la princesa de pies ligeros habría querido huir nuevamente, según indicaron fuentes del principado. Por último, el tercer intento fallido habría tenido lugar la semana pasada. En esta ocasión Wittstock se dirigía al aeropuerto de Niza, indicaron oficiales de palacio. Luego su pasaporte fue decomisado y la princesa habría sido persuadida a continuar con los planes de boda.
Sin embargo, Charlene finalmente habría llegado a un acuerdo con su hoy esposo, reportó el diario francés “Le Journal du Dimanche”.
Mañana, la pareja se irá de luna de miel a Sudáfrica. ¿La novia fugitiva tratará de realizar su acto de escapismo una vez más?
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Fuente: El Comercio
