La banda liderada por Eddie Vedder tocará en Lima como parte de la gira que celebra sus 20 años en los escenarios.
Por fin. Pearl Jam. La banda que definió el sonido grunge de los años 90, y que se mantuvo en pie para confirmar su leyenda, confirmó que llega a nuestro país. El concierto será el 18 de noviembre en el estadio de San Marcos y formará parte de la gira que celebra los 20 años de vida del conjunto integrado por Eddie Vedder, Jeff Ament, Stone Gossard, Mike McCready y Matt Cameron.
La llegada de Pearl Jam es casi una bendición para los rockeros locales, en especial en una época como esta, en que los músicos de rock han cedido su lugar a Miley Cyrus, Demi Lovato, los Jonas Brothers y otras figuras prefabricadas que actualmente dominan las estaciones de radio y los programas de televisión.
UNA BANDA APARTE
Siempre fieles a sus propias convicciones y principios, la banda de Seattle se plantó con pies firmes frente a los requerimientos de la industria y se negó a filmar videos promocionales. Y demandó a Ticketmaster, conocida empresa de venta de entradas, por considerar demasiado caro el precio con que vendían los boletos para sus conciertos.
Conocedores de su propia tradición, los músicos de Pearl Jam trabajaron como banda de apoyo de Neil Young (a quien apodaron ‘Abuelo del Grunge’), colaboraron con fundadores de la escena alternativa como Mike Watt y Sonic Youth, y hasta sacaron sus discos en raras ediciones de vinilo, cuando el mercado le había dado la espalda a ese formato.
Según la revista “Rolling Stone”, Pearl Jam dedicó toda su carrera a destruir su propia imagen al desobedecer y desafiar las reglas del mercado. Pero nunca pudieron lograrlo del todo. En la actualidad, son considerados una de las mayores bandas de rock del planeta. Además de una de las pocas guiadas por su amor a la música y un puñado de ideales éticos.
A diferencia de otros artistas muy populares que nos han visitado, el precio de las entradas para verlos no supera las tres cifras, pues está entre los 90 y los 330 soles. Aquí no hay VIP. Imposible no creerles. Imposible faltar.
Fuente: El Comercio