El príncipe Guillermo y su esposa se encontraban en el aeropuerto de Calgari cuando el viento la sorprendió.
Todo es culpa del viento, podría alegar la flamante esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra. Y es que cuando la candorosa princesa Catalina se encontraba de visita en Canadá, el clima le jugó una mala pasada, levantando más de la cuenta el vestido amarillo que llevaba puesto.
Catalina actuó como toda una dama, con reflejos rápidos impidió con sus manos que su truza quedara a la vista y paciencia de los presentes (o por lo menos eso trató). La escena no hizo más que recordarnos a la sexy Marilyn Monroe en la película “La tentación vive arriba”.
Ella y su esposo, el príncipe Guillermo, se encontraban en el aeropuerto de Calgari, donde fueron recibidos con honores, en el marco de su primer viaje oficial como marido y mujer.
UNA PRINCESA EN HOLLYWOOD
Luego, continuando con su apretada agenda, los esposos llegaron a los Ángeles, Estados Unidos. Durante su estancia en la meca del cine la pareja se concentrará en obras de caridad, promoción de los intereses británicos y un partido de polo en Santa Bárbara.
Fuente: El Comercio