La “Rulitos” confesó que estuvo a punto de casarse con un sueco y lo plantó porque tuvo miedo.
A sus 37 años, Jeanet Barboza ha conocido el éxito en el mundo artístico, es una destacada empresaria -acaba de abrir su tercer Spa, en San Juan de Miraflores- y el amor le ha sonreído hasta en cuatro oportunidades, sin embargo, aclara que no es una “rompecorazones”, sino una mujer que espera a ese hombre con quien poder compartir el resto de su vida para siempre.
Hace poco comentaste que terminaste tu relación amorosa con tu español (José María), pero estabas tranquila y no llorando en una esquina.
Es verdad, estoy supertranquila.
Sin embargo, Magaly se burló de ti…
Vivimos en una sociedad de doble cara y moral, soy una mujer de 37 años que, cuando está feliz lo dice y, cuando me siento triste, lo exteriorizo. Y si me provoca llorar, lo hago y no tengo por qué ocultar mis sentimientos. No vivo con una máscara, soy de carne y hueso como los demás.
¿Estuviste muy enamorada?
Sí, pensé que era “mi media naranja”, la persona con quien iba a pasar el resto de mis días, pero en la vida aprendí que, cuando las cosas no se dan, es mejor cortar. Para qué invertir mi tiempo en algo que no va a resultar, mejor es voltear la página. No me siento mal, tengo mucho amor para dar a la persona indicada.
A veces, el amor hace milagros.
Me enamoré con la cabeza y el corazón, pero hubo un momento en que la razón empezó a sonar fuerte y le hice caso. No soy una chica de 20 años que deja todo, ya no estamos para eso.
¿En qué fallas para que tus parejas se “espanten”?
No sé, con todos he gozado bien. Creerán que soy una rompecorazones, pero no, solo tuve cuatro hombres importantes en mi vida. Algunos más, otros menos.
¿Cómo te gusta que te traten tus parejas?
Me encanta que me engrían, que me presten atención.
Tus romances con Nílver Huárac, padre de tu hija, y Federico Anchorena fueron muy sonados…
Eso quiero aclararlo. Nunca estuve con Federico Anchorena. Se crearon cosas sin fundamento, que no eran del todo ciertas. Entre él y yo nunca hubo una relación romántica.
Entonces, ¿qué pasó entre ustedes?
Nada, se malinterpretaron las cosas. En una entrevista que yo di se confundieron nombres…
Pero tú dijiste su nombre.
Hubo una confusión de mi parte, eran otras épocas y otros tiempos. Te puedo asegurar que de los cuatro hombres de los que me enamoré, no está él.
¿Y quiénes son esos cuatro hombres?
Salí con un sueco que se llama Joaquín, lo conocí en Ibiza (España) y me enamoré mucho.
¿Qué pasó con él?
Estuvimos seis meses lindos, incluso, me pidió matrimonio. Todo estaba bien, tan es así que una gran amiga, María Lourdes, me dio su vestido de novia, pero su matrimonio no había funcionado, me salió lo supersticioso y entré en pánico, me acobardé y regresé al Perú. Esto fue en el 2004, tenía 28 años, lo dejé de llamar y me quedé con el vestido colgado en mi casa.
Fuiste la novia fugitiva…
Sí, fui una novia fugitiva. Luego de dos años lo llamé y le pedí disculpas.
¿Y luego vino José María?
No. Mike, un americano que era de la DEA, que Magaly se encargó de espantar con sus cámaras, pues él hace trabajo encubierto y ella lo sacó a la luz, tuvo que irse del país. Quiso que nos fuéramos a vivir a Texas, pero me negué. Luego de él llegó José María (español), el último.
Quizá en la intimidad eres fría y por eso los ahuyentas…
No, soy supercariñosa. Solo que los hombres son unos “bobos” que no saben apreciar lo que tienen. Por ejemplo, José María era como yo, cariñoso, pero qué hago con un hombre que a la semana se tiene que ir, me dejaba con las ganas ja, ja, ja.
¿No tienes amigos en la farándula?
No, pero hace una semana un conocido del medio me invitó a cenar. No era la primera vez que lo veía en un show, para mí fue raro que alguien del medio me invite a salir. Él me dijo que le parecía inaccesible, ¿puedes creer?
¿Cuál es tu tipo de hombre?
Que tengan barba, se les ve muy varoniles, altos. Por ejemplo, el sueco media 1.92. A Nílver no lo cuento, porque es un hermano para mí, ja, ja, ja.
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Fuente: Diario Trome
