El popular boxeador lleva nueve años juntos a Débora Luna Pizarro. Ambos tienen un hijo.
Aquí no hubo un recto, golpe bajo o un jab. Aquí hubo esa “química” especial que nadie sabe explicar cuando se encuentran dos seres que se aman. En el barrio bravo de “San Judas”, donde una bala perdida ha quitado una vida o la maldita droga deteriora a algún joven, también hay bellas historias de amor. Él nació para pelear, ella para ser su princesa. Jonathan Maicelo es el boxeador más popular de nuestro medio y la vida lo cambió cuando hace nueve años conoció a Débora Luna Pizarro.
MAICELO: Los “Laureles deportivos” los quiero en el tanque de agua de mi barrio
“Rocky” siempre es afectuoso. En su barrio, que es como decir su casa, te estira la mano y te jala hacia él para chocar los hombros. Es su otra forma de decirte “mi causa”. Suelta una frase ingeniosa: “Llegaron los del New York Times del Perú” y provoca esa carcajada que siempre genera con sus ocurrencias.
¿La “patrona” es la “Patrona”?
Ya pe” causa, no seas malo. Una mujer que estuvo en las buenas y las malas, que se comió lo más complicado de tu vida y se la jugó por ti cuando todos te decían que trabajes y te olvides de ser boxeador, no entra en comparación con nadie.
¿Qué es lo que más rescatas de ella?
Que es de empuje como yo. A nosotros nadie nos regaló nada, más bien tuvimos trabas. Por eso estamos juntos, porque en la adversidad se consolida más el amor.
¿Eres fiel?
Siempre, causa. Tengo lo mejor en casa. No voy a mirar a esas que gritan: “¡Maicelo, Maicelo!” y te buscan sin saber cómo eres interiormente.
¿Tiemblas cuando ella se pone seria?
No pues, tampoco es así. No me gusta pelear. Yo solo meto puñete a los rivales, en casita es para “pasarla piola” y disfrutar de nuestro hijo.
¿Quién “ronca”?
Ya pues, papá. Quién más va a ser. A mi esposa y mi hijo no les tiene que faltar nada, pero dejan que yo decida los pasos a dar. Me corresponde como jefe de familia.
¿La engríes?
Si yo me doy mis gustitos, cómo no voy a engreírla.
¿Celoso?
Sé muy bien con quién me he casado.
¿Enamorado o enamoradísimo?
Un anillo en mis dedos dice bien claro lo que siento por ella. La amo más, porque me regaló un hermoso bebé.
¿Ella te dice que vas a ser campeón del mundo?
¡Por supuesto! Pero cuando logre esa hazaña, no quiero los “Laureles deportivos” en el estadio Nacional. Los míos los voy a mandar a poner en el “tanque de agua” que hay en mi barrio para que los míos lo disfruten.
Deseamos que se cumplan tus sueños. ¿Algo polémico para el final?
Solo digo que, a veces, no entiendo nada. Peleo por el Perú, lucho con los colores de mi patria y la gente del IPD asegura que no puede darme una mano en mi preparación. No importa, la gente me quiere porque soy barrio y el diario Trome, que es el diario de la gente, está conmigo. ¿Sí o no, causa?
Débora: lo hice sufrir, era famoso por sus historias en el barrio
La pareja del “Rocky de Los Barracones” es perfil bajo, pero no tiene reparos en “noquear” al boxeador cuando coquetea demasiado con otras chicas. Lo conoce al revés y al derecho…
Son enamorados desde antes que él sea famoso. ¿Qué se siente despertar y ver a tu lado a un chico de la tele?
Es bonito, porque poco a poco los sueños que tuvimos, desde mucho antes, se van cumpliendo. Cuando empezó a entrenar jugábamos a que era famoso y le pedía autógrafos. Ensayábamos qué firma debía utilizar. Ahora todo se hace realidad.
¿No te da miedo que sea tan deseado por las chicas?
Al principio sí, porque lo veía medio coqueto, pero hablamos mucho. Me comentó que era parte del show, que ni me preocupara, porque nuestra relación no estaba en riesgo.
¿Estás segura de que no te engaña?
Sé todas las cosas que hace. Cada paso que da es para conseguir mejores cosas para la familia. Jamás pone en juego a su esposa e hijo.
Si se pasa de la raya, ¿lo noqueas?
Hemos entrenado y lo he tumbado. Sé pelear, no por algo soy chalaca de nacimiento.
Todos los días sale con una jerga nueva. ¿Lo ayudas?
Él siempre saca una ocurrencia. La que más me gusta es esa que dice: “Todo suma” y cuando agrega “monedas.com”. Eso demuestra que siempre está atento a que en la casa, tengamos todo lo que necesitamos.
¿Sabes que muchas chicas lo ven como un sex symbol?
Puede ser… A mí no me pregunten nada de eso. ¿Si es bueno en la intimidad?… Para mí, es perfecto, pero no agrego más. Con él conocí lo que fue el primer beso, la primera noche de amor, el inicio de todo como mujer. No estoy para comparar o calificar, solo digo que lo amo.
¿Lo hiciste sufrir?
Claro, porque tenía sus historias en el barrio. Era famoso por algunas enamoraditas, su pasado lo condenaba, ja, ja, ja.
¿Qué te encantó?
Su buen humor, pero sobre todo su decisión. Cuando lo acepté, me dijo: “Así me fuera de pepa (cara), ya había dicho lo que sentía, pues”.
¿Te gusta cómo lo imitan?
Sí, lo hacen igualito. Yo me mato de risa, porque soy muy burlona.
No eres amante de las cámaras ni fotografías. Gracias por confesarte con nosotros…
Ustedes siempre han conversado con mi esposo, lo han entrevistado y ni él ni yo nos creemos más que nadie, así las personas lo reconozcan y le pidan autógrafos. El día que se desubique, nos peleamos.
Fuente: Diario Trome