La ex princesa del pop lució unas maltrechas extensiones mientras salía de hacer compras en California.
Britney Spears necesita un estilista urgentemente. La cantante fue captada por los paparazzi mientras compraba en Sherman Oaks, California, con una espantosa apariencia, sobre todo por su propio cabello.
La ex princesa del pop lucía su rubio común, aunque totalmente desordenado y con un matiz poco saludable, al parecer por el exceso de tinte, como puede verse en las fotos.
Spears vestía un top naranja, un short crema y unas botas marrones que trataban de minimizar el desastre de su pelo, aunque nada parecía remediarlo.