“El aprendiz de brujo” y “Encuentro explosivo” llegan hoy a la cartelera local.
La magia está en todas partes. En nuestro presente. La lucha entre el bien y el mal se mantiene viva, patente. Bien lo sabe Balthazar (Nicolas Cage), un mago que debe defender el Manhattan de hoy en día de las garras del malvado Maxim Horvath (Alfred Molina). Para ello, debe encontrar al heredero de Merlín, que resulta ser el joven Dave Stutler (Jay Baruchel), quien no tiene idea de que es un mago.
Esa es la base de “El aprendiz de brujo”, cinta que llega hoy a nuestra cartelera, para felicidad del público infantil y no tan infantil. Y es que la magia es un tema que jala, ya sea al menor de la familia o al abuelo. Y mejor aun es ver a dos amigos enfrentados, jugando con la posibilidad de destruir una ciudad tan importante como Nueva York, en pleno siglo XXI. De ahí que Balthazar se vea en la necesidad de reclutar a Dave, lo que al principio le resulta un tanto difícil, puesto que el joven no tiene ni idea del trabajo que cuesta ser un brujo.
Pero la unión hace la fuerza, y ambos personajes se juntarán en una aventura que busca mantener dos mitos vigentes. Por un lado, la vieja tradición de Disney por un espectáculo que sea siempre cautivante tanto para los más chicos como para los adultos. Y, por otro, la fantasía, que juega un rol importante, incluso si está modernizada y actualizada a nuestros días. Porque a todo el mundo le gusta soñar.
Lo que no se puede olvidar es la espectacularidad. Y ahí entra a tallar Jerry Bruckheimer, productor de tantas películas espectaculares, desde “Armageddon” hasta “Pearl Harbor”, pasando por “Piratas del Caribe”; lo cierto es que Bruckheimer ha creado un imperio con sello propio: la espectacularidad de los efectos especiales para hacer más intensa la aventura. A veces le funciona, a veces no. Pero la billetera no se queja: sus películas han traído a Hollywood nada menos que la cifra de 13 billones de dólares. Una máquina de hacer plata.
El director Jon Turteltaub se vuelve a unir con Nicolas Cage después de que ambos estuvieran en las dos partes de “La leyenda del tesoro perdido”. En la primera de las películas se notaba que había un cierto “timing” para la aventura que la hacía llevadera, cosa que esperamos encontrar en este filme. Y siempre será genial poder ver a Alfred Molina, un actor clásico, discreto, de esos que son capaces de, con tan solo un gesto, cambiar el tono de sus personajes. Los antagonistas suelen ser el fuerte de Molina; y, en ese aspecto, “El aprendiz de brujo” tiene un plus muy particular. Bienvenido sea.
UN REENCUENTRO EXPLOSIVO
Tom Cruise y Cameron Díaz protagonizan “Un encuentro explosivo”, esta cinta de acción y romance que los une después de nueve años. La película pasea la acción por el mundo entero, sin darle respiro al espectador.
El mundo está al revés. Si te dicen que estás a salvo, duda. Si la seguridad te pide que la acompañes, corre. Si creías que los tipos que matan a trescientos malos con una sola pistola están solo en los filmes, estás equivocado.
June (Cameron Diaz) conoce a Roy Miller (Tom Cruise) en un avión y la química es inmediata. Pero hay algo que June se pierde, mientras está en el baño: en la aeronave todos son agentes que quieren asesinar a Roy. Y comienza una pelea bastante espectacular, en la que Roy, uno por uno, va aniquilando a sus enemigos, incluidos el piloto y el copiloto. June, al salir del baño, se entera de la situación y no lo puede creer. Y todo acaba en un aterrizaje forzoso en el que Roy le dice a June que unos agentes la irán a buscar al día siguiente y que son peligrosos.
Esa es la primera secuencia de “Encuentro explosivo”, la película que une a estas dos superestrellas nueve años después de “Vanilla Sky”. Pero si esa era una especie de fantasía bastante pretenciosa, aquí estamos ante diversión pura, una comedia romántica de acción, como bien señala Cruise. Nunca mejor dicho: esa primera secuencia está filmada con un “timing” y una gracia bastante contagiosos, que nos meten de lleno en un universo que nunca se toma muy en serio a sí mismo.
La película se centra en cómo Cruise y Diaz deben viajar juntos por el mundo protegiendo el zafiro, un pequeño artefacto que es una fuente de energía impresionante, y que es buscado tanto por la CIA como por un traficante de armas español. Donde los protagonistas se esconden, parece que hay alguien ahí para encontrarlos para frustrarles la tranquilidad y el posible romance. Boston, Salzburgo, Sevilla, una isla en el Pacífico: ningún lugar es un buen escondite.
Disparos y romance: esa es la apuesta de “Encuentro explosivo”. Una apuesta que no tendría mucho sentido si no fuera por el carisma de sus dos estrellas (se nota que la pasaron increíble durante el rodaje).
Cruise da lo mejor de sí cuando está canchero, relajado, haciendo que el peso de la película pase por su carisma natural. Y a Diaz se la ve fresca, hermosa, descubriendo entusiasmada el mundo que le ha tocado vivir. “Es la travesía de la potenciación y realización de sus habilidades”, señala Cruise sobre el personaje de su coprotagonista. Y Diaz parece divertirse haciéndolo. Y, claro está, también nos divierte a nosotros.
Detrás de la cámara está James Mangold, un director ecléctico como pocos. Policial (“Tierra de policías”), comedia romántica (“Kate y Leopold”), biopic (“Johnnie y June: pasión y locura”) y hasta western (“El tren de las 3:10 a Yuma”) son parte de su filmografía. Ahora le toca el turno de hacer un romance de pura acción. Una acción que da la vuelta al mundo, que no para y no da respiro. Y que Tom Cruise y Cameron Diaz se encargan de hacerlo incluso más divertido. Juntos se los ve felices. Y felices somos nosotros que podemos verlos juntos.
