El celebrado músico, fallecido el miércoles a los 62 años por un cáncer al pulmón, nos deja sus inolvidables composiciones.
“Está presente siempre, hasta que finalmente nos toca. La muerte lejos no puede estar. Porque somos burbujas que se rompen con una facilidad absoluta. Pero ella no es una presencia que me impida cantar, ni ser feliz, hoy. Si la ignoramos demasiado somos unos ridículos, como ese que se pega un pedo tremendo y sale a 180 y mata gente… Algo más: creo que si sos una persona enfermiza con la muerte te vas a hacer muy amigo y te va a llevar antes”, dijo en el 2008.
En diciembre del año pasado lo anunciaron. Luis Alberto ‘Flaco’ Spinetta tenía cáncer al pulmón. A menos de dos meses de la noticia se fue el ‘Flaco’. Él, una de las piedras angulares del rock argentino y por lo tanto una de las semillas del rock latinoamericano, acaba de trasladar su incombustibles estilo al más allá. Solo queda una cosa. Si nunca le prestaste atención conócelo. Vale la pena. Si lo adoras con toda el alma recuérdalo.
Hace 62 años nació el ‘Flaco’ en su Buenos Aires interminable. Cuando tenía 12 participó en un concurso de canto. Ganó. Fue seleccionado. Luego cambió de opinión. No le dio la gana de ir. Así era Spinetta, hacía lo que le provocaba, luchaba por eso y se atrevía a virar, a cambiar de rumbo, a romper esquemas, a combinar música con poesía, con tango, con rock.
El padre de Dante empezó a estudiar guitarra, las únicas clases que tomaría en su vida. Probablemente pensó que quería hacerlo a su manera. Luego se convirtió en autodidacta.
Tiempo después, en la secundaria conoció al que se convertiría en uno de sus más grandes colaboradores en su primera etapa: Emilio Guercio. Con él, cantando y en la guitarra, luego construiría un grupo de culto: Almendra. Edelmiro Molinari (guitarra líder y voz) y Rodolfo García (batería) completan la creativa formación que escupiría al mundo insignias como “Muchacha (ojos de papel)”, y “Ana no duerme”.
Luego, el grupo decidió cortar palitos, pero antes de dar el último suspiro regalaron temas como la genial “Rutas argentinas” y “Los elefantes”.
SPINETTA, EL GENIO CREATIVO
Miles de colores, de fomar, de matices, de capas. Todas juntas flotando en un mismo cosmos. En una misma canción. Eso creaba el ‘Flaco’ en cada uno de sus temas: un universo capaz de teletransportar al que tuviera ganas de viajar.
En su próximo proyecto no defraudó. Insertó en nuestro sistema a Pescado Rabioso, una de las columnas vertebrales de la música argentina. Los integrantes cambiaron. El ‘Flaco’ también mutó. Estaba diferente, pero igual de fantástico. “Desatormentándonos” fue la única espina que el grupo dejó en las orejas de sus fanáticos.
Bajo el ala de Pescado Rabioso apareció luego “Artaud”, álbum que, sin embargo, era más un proyecto propio de Spinetta. Luego decidió transitar solo. Demostró que también podía volar con su propio avión. “Azafata del Tren Fantasma”, “Las golondrinas de Plaza de Mayo”, regaló.
Poco después Almendra regresaría por un momento fugaz y posteriormente el músico que aprendió solo forjó Spinetta Jade. Aquí se quedó más tiempo. Después trató de hacer un disco con Charly García, pero solo consiguieron grabar un tema. Luego trató con Fito Páez. Con él si pudo y lanzaron un disco juntos.
Lanzó otro álbum. Otro éxito. Las críticas lo alabaron. Siguió tan profundo como siempre. Es que así fue siempre: impredecible y fuera de toda serie.
INACABABLE
Spinetta decidió brillar en un ‘ménage à trois’ de campeonato en el que se codeó con Daniel Witz (batería) y Marcelo Torres (bajo). Volvió a estremecer conciencias.
Con el disco “Silver Sorgo” regresaría después y con seis producciones más sorprendería más tarde. Antes de acabar el día. Hablar de cada uno de ellos sería imposible. Lo que hay que hacer es escucharlo.
Dale una probada a la música de un hombre innovador que fue como quiso toda la vida. Un hombre que conquistó toda Latinoamérica sin pelearse escandalosamente ni acaparar rumas de portadas. Un artista del que recordamos sus mejores temas y sus más sonados discos y no solamente sus controversias, infidelidades e idas a rehabilitación, como pasa con muchos. Un hombre que se conservó positivo hasta el final y al que algunos se atrevieron a retratar en su peor momento.
“No paniqueen, y no tomen en cuenta las noticias que han generado los buitres de turno. Ante el aluvión de información inexacta, quiero aclarar públicamente las condiciones de mi estado de salud”, escribió en ese momento el artista. Hace menos de dos meses.
¿EL FIN?
“Así mi corazón te añorará. Te amo Papá”, escribió Vera. “Te amo por siempre Papá”, publicó instantes después Dante (ex vocalista de Ilya Kuryaki and The Valderramas). Valentino escribió: “Te amo papá, siempre vas a estar en mi alma y mi corazón”, y Catarina también hizo lo propio: “‘No habrá un destino incierto, ni habrá distancia que pueda alejarme de ti…’ Amor eterno a mi Padre”. Así fue como los hijos del flaco le dijeron adiós por Twitter.
Ayer se nos fue, pero Luis Alberto Spinetta nos dejó su magia. Nos legó poesía hecha canción y libertad convertida en acordes y sonidos. La única manera de hacer que siga transitando por este mundanal planeta es escuchando su música.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=p7aH2ElQ8Yo[/youtube]
Fuente: El Comercio
