Tal parece que a Roberto Martínez le gustó más de lo que él se hubiera imaginado tener nuevamente cerca a su ex esposa Gisela Valcárcel, pues acaba de confesar su deseo de continuar viendo a la conductora. “No sé cuál será la frecuencia con la que nos veremos ella y yo, pero creo que podemos mantener una relación buena”.
Y como para seguir aumentando los rumores de que algo pueda pasar entre ellos dijo: “Hoy en día estoy solo, tranquilo. Tengo una muy buena relación con Melissa Loza y Gisela, ojo que no estoy comparando, pero ahorita no tengo nada con nadie, así que yo no sé qué pueda pasar más adelante”.
En entrevista con el programa “Cuarto poder” Martínez se mostró melancólico al recordar aquel 10 de junio de 1995, cuando contrajo matrimonio religioso con la rubia. “Fue todo un acontecimiento, superó los 50 puntos de rating, fue increíble”. Aseguró que los únicos culpables del fracaso fueron ellos, por ventilar su vida privada.
“Parte del fracaso del matrimonio fue de alguna manera sentirnos demasiado compenetrados en contar todas las cosas a la gente”. Aunque siempre se dijo que Viviana Rivas Plata fue la manzana de la discordia, el ex pelotero aclaró que conoció a la modelo cuando ya estaba separado de su ex esposa, incluso dijo que se enamoró de ella cuando la vio en un programa conducido en ese entonces por Sofía Franco.
“Yo estaba en una concentración y la esposa de la Pepa Baldessari me llama y me dice que prenda la televisión, que a su lado tenía a la chica que estaba apareciendo en pantallas, así que cuando vi el reportaje le dije ¡ahorita mismo voy!, pero yo ya estaba separado”.
Aunque todo el mundo hablaba de la infidelidad de él, la Valcárcel nunca se atrevió a preguntarle a su entonces esposo si realmente la cambió por otra rubia. “Se habló de eso, pero nunca me lo preguntó, felizmente”. El nombre de Melissa Loza no podía estar ajeno a la conversación, ya que guarda gratos recuerdos de ella y de su hija Flavia de 8 añitos.
“Aparte del aspecto físico es una bella persona, además, fue con quien duré más, he estado cerca de seis años con ella. Igual sigo siendo cercano a Flavia, me sigue llamando papá y desde que ya no estoy con su mamá no he vuelto a abrir su cuarto, soy su segundo papá, pero espero que no haya un tercero”.