La coanimadora de “Yo soy” busca acabar con el cliché de las calabacitas y se prepara para conducir su propio programa.
Karen Schwarz (28) tiene la sonrisa a flor de labios. Es inquieta, juguetona y quiere desterrar el cliché de que las “bonitas son huecas”. Su meta, más próxima, es convertirse en la conductora de su propio programa y, mientras cristaliza sus sueños, se divierte patinando -dejando a más de uno con la boca abierta por su buen físico- por el Malecón de Miraflores.
“Del último pasajero” a “Yo soy” hay un salto, porque tienes mayor participación
Sí. En realidad, siempre trato de tomarlo con diversión, pero después de una semana como que ya sentí la pegada. Es una responsabilidad y me dio un poquito de estrés, pero lo estoy manejando. Espero, más adelante, tener la cancha suficiente para decir: Estoy lista para conducir un programa.
Decir “Yo soy”.
(ríe)… así es.
Si tuvieras que participar en el programa, ¿qué artista te hubiera gustado ser?
Aunque no sé cantar, me hubiese gustado ser Selena o Alejandra Guzmán. Voy a ver si paso mi casting para la segunda temporada
¿Por qué las chicas que han participado en concursos de belleza tienen fama de “calabacitas”?
Creo que no se puede meter a todas en el mismo saco. Ahí están Maju Mantilla, Karina Calmet, que es actriz, Silvia Cornejo ha sido conductora. Pienso que debemos aprovechar eso, no creo que ser bonita tenga que ser igual a hueca.
¿Sientes que el físico te ayudó a entrar en la televisión?
No creo que sea así. A mí me conocieron a raíz de la polémica (con el gobierno boliviano) por el traje de la diablada.
¿Si no fuera por esa polémica hubieras pasado desapercibida?
Bueno, sí. En realidad cuando gané “Miss Perú”, consideré que fue por la respuesta que di, porque les parecí más segura, no sé yo creo que “Miss Perú” no es la más bella, sino la que está mejor preparada.
¿Estás con pareja?
Estoy sola, pero junto a mi familia. Cuando me enamoro, me enamoro mal, porque dejo de hacer cosas para estar con ellos. No salgo a bailar, nos quedamos a ver una película en casa. Soy supercamotuda, pero ahora me estoy “camoteando” yo misma (risas).
¿Eres de relaciones largas?
Con Carlos (Trujillo, el jockey) duramos casi cinco años. Él estuvo conmigo antes de ser “Miss”. A Carlos lo quiero un montón, nos seguimos viendo, porque tenemos el mismo grupo de amigos. Sabe que soy feliz, que amo lo que hago y no voy a dejarlo por nada.
¿Qué requisitos debe tener un hombre para conquistarte?
Busco un hombre que me entienda, que sea seguro de sí mismo. Celoso, pero hasta cierto punto. Que me valore y diga: “Karen, tú eres mía”, trabajador, que tenga metas en la vida, pero también divertido, carismático, supersociable. Si sigo, no alcanzan las páginas del diario, ja, ja, ja.
¿Y cuál es tu relación con Adolfo Aguilar? ¿Hay coqueteos por ahí?
Con Adolfo hay harta química. Lo conocí el año pasado y pienso que, en otra vida, nos hemos visto. Somos muy amigos y me siento segura a su lado.
¿Eres de las que dicen: billetera mata galán?
No. Yo me enamoro de la persona por lo que es y defiendo a morir mi relación. Por ejemplo, Carlos era como yo, divertido, nos íbamos a montar bicicleta, a patinar, pero empezaron a hablar de la talla (él mide 1.61 y ella, 1.78).
¿Te molestaban los comentarios sobre la talla?
No, me reía. Poco me interesaba lo que hablaban, cuando estábamos los dos solos era la mujer más feliz del mundo.
Por ahí debe haber pretendientes que te rodean…
Me invitan a salir, pero veo la forma de decirles que no, porque no quiero que mi vida se convierta en un ampay
¿Crees que puedan aprovecharse para ser conocidos?
No al 100%, pero sí tengo algo de temor. Mira, cuando llega el amor, llega, pero mientras tanto, prefiero cuidarme.
¿Cómo haces para conservar la figura?
Toda mi vida hice deporte. Últimamente no puedo por el tema de los tiempos, pero de vez en cuando salgo a patinar y la paso bien, porque tomo un poco de aire. Te relajas, te ríes, te olvidas del trabajo.
¿Así te mantienes en forma?
Tengo buen diente, pero no engordo. Creo que es genética. Aunque como buena peruana que soy, tengo mis carnecitas y curvas. Hay de donde agarrar (risas)
Fuente: Diario Trome