Informe forense revela que cantante tenía en su sangre un nivel cinco veces mayor al límite permitido para conducir y superior al nivel potencialmente mortal.
Amy Winehouse murió por una intoxicación accidental con alcohol cuando volvió a beber tras un periodo de abstinencia, corroboró una segunda investigación, que realizó el forense Shirley Radcliffe.
Radcliffe dictaminó que la artista “murió como resultado de una toxicidad por alcohol” y fijó un veredicto de muerte accidental. Agregó que el deceso no ocurrió en circunstancias sospechosas.
“Winehouse consumió voluntariamente alcohol, un acto deliberado que tomó un giro inesperado y la llevó a su muerte”, declaró.
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Fuente: Peru.com