La bella jurado de “Yo soy” sintió que, al principio, la discriminaron por venir del mundo de la cumbia.
Maricarmen Marín se hizo de un nombre cantando cumbia. Luego debutó en la actuación para alternar en la conducción, faceta en la que tuvo que bregar duro, porque sintió que la discriminaban por venir del mundo de la chicha. Hoy, que ya se ganó el respeto como jurado de “Yo soy”, sigue apostando por sus sueños acompañada de su pareja Juan Carlos Fernández, quien ha expresado su deseo de casarse con ella.
Al comienzo te criticaron mucho como jurado…
Sí, pero entendí, en ese primer proceso, que debía avalar mi trabajo con la experiencia que adquirí como cantante. Entonces, dije: Voy a ser como un árbitro, y a un árbitro no siempre lo van a querer, porque si se le pasa una falta o una tarjeta, la hinchada lo quiere matar, pero ese fue mi papel y lo asumí.
¿Te molestaron las críticas?
Quizá por ahí quisieron menospreciar el género de la cumbia y decían que una persona que canta música tropical no estaba calificada…
¿Crees que por eso te criticaban?
Pienso que era por el simple hecho de ser cumbiambera, sentía que no respetaban la cumbia o la chicha. El tiempo me dio la razón y la gente acepta mi trabajo, respeta mis críticas y también me hago respetar porque soy profesional, de lo contrario no hubiese aceptado estar sentada como jurado.
¿Te sentiste discriminada?
Es que veían a la cumbia como un género menor y, no es así, nuestra música la bailan en todos los estratos.
¿Estás orgullosa de ser cumbiambera?
Orgullosa y feliz de ser chichera…
¿Y lo del inglés?
Fue muy divertido. Ahora que tengo al profesor (de inglés) ya puedo entender qué dicen las canciones (risas), pero en ruso, inglés, chino, alemán, en cualquier idioma te das cuenta de las técnicas vocales, de una desafinación, de la métrica, melodía, esas cosas no se me pueden escapar. Mi función no es ser profesora de inglés, sino saber cómo están cantando.
¿La conducción te alejó de la música?
Sigo cantando, acabo de grabar una canción con Diego Dibós, que está sonando en “Al fondo hay sitio”, una balada linda.
Con tanto trabajo, ¿tienes tiempo para ti?
Sí, ya aprendí a organizarme. Los fines de semana que no canto, los paso con mi papá y hermanos. Hacemos un almuerzo o nos vamos a visitar al cementerio a mi mamá, rezamos…
Recuerdo que, hace dos años, me dijiste que la próxima relación que tuvieras era con quien te ibas a casar y tener tus hijos.
(risas) Creo que los años no pasan en vano, el tiempo te enseña a valorar y querer a las personas de diferentes formas. Después de la muerte de mi mamá, ya no soy la misma y lo único que te puedo decir es que estoy estable, contenta, feliz (al lado de Juan Carlos Fernández). El sueño de muchas mujeres es tener una familia, ser mamá, tener un trabajo, un esposo que te quiera.
Entonces estás en ese punto, porque hasta ya han hablado de matrimonio…
Estoy estable laboralmente, con mi pareja y mi familia. Disfruto este momento, porque no sé qué pasará mañana, y lo que me queda es disfrutar este momento que he añorado tanto. Además, mi mamá siempre me decía: Depende lo que hagas en tu presente, para que coseches en tu futuro.
Sin duda, la mejor consejera.
Sí, me quedo con los consejos de mamá, mi amiga, mi consejera y confidente para toda la vida, hasta en la eternidad.
Fuente: Diario Trome