Aquel que vemos en una pantalla de televisión o de cine casi nunca es el mismo. Actúe de bueno o de malo, no podemos decir que lo conocemos. Hay que escuchar su historia y entonces recién lo juzgaremos. Así pasa en la vida y también con Christian Meier. Esta es más que una charla, es un viaje al interior de un tipo divertido y jodido, que nada tiene que ver con el galán inalcanzable que algunas piensan que es.
Les presento a un hombre por las que muchas chicas suspiran, que sus 44 años no le han quitado ni un poco de admiración. Le cuento que este señor, al cual ya algunas canas rebeldes van apareciendo por el costado de su cabeza, no usa correa, el pantalón se mete por el borde de sus botines, habla en voz alta y tiene una respuesta divertida para cada pregunta. Prepárese a disfrutar esta versión de Christian Meier sin guiones, menos en el papel de algunos de sus personajes, a flor de piel.
¿Metrosexual?
(junta sus manos, las separa y con sus dedos índices golpea la mesa) ¡De a metro y medio sexual!, ja, ja.
Seamos más específicos, ¿brillo en las uñas, pedicura?
Higiene y nada más.
¿Bailarín?
Rockero que se respeta, no baila salsa.
¿Dos pies izquierdos?
Tengo oído, pero no lo hago por convicción musical y por una anécdota.
Cuéntala.
Hace años, en una fiesta, mi amigo me dijo: ‘Si a todos estos les cortamos la música y siguen moviéndose, firme que se les vería bien ridículos’. Allí se me quitaron las ganas.
¿Dónde te ubicas en un tono?
En una esquina.
Hay quienes piensan que te produces hasta para ir a comprar a la bodega.
Salgo en pijama al mercadito de Chorrillos, donde vivo, y a los vendedores ni les llama la atención: ¡Habla, Christian!, me gritan y respondo.
Una afirmación que encaja perfectamente contigo: ‘billetera mata galán’.
Sí, pero rock star tumba hasta un pintón con billetera de Bill Gates. Se trae abajo hasta los peloteros.
¿Ejemplos?
Lenny Kravitz (50 años), las chibolitas se desvisten por él. Ponlo a Mick Jagger sucio y mujeres no le van a faltar.
O sea, en ‘Arena Hash’ dabas la hora.
En el grupo me bajabas del escenario y era tímido.
¿No matabas ni una mosca?
Fui un nerd. Cuando el líder de la mancha hacía sus pendejadas (hace un sonido de tonto), yo reía jo, jo, jo.
¿Te metiste un ‘troncho’ en los inicios de la banda?
Nunca. Una vez tocamos en un pueblito de la selva y, cuando acabó el concierto, el empresario nos salió con una sorpresa: ‘Muchachos, no hay plata, pero hay esto’ y sacó una bolsa llena de cocaína. Le pedimos que solo nos dé los pasajes.
Es los 80, el país se debatía entre terrorismo y narcotráfico. ¿Te tocó pasar por eso?
Un día fuimos a un pueblito de la selva y los ‘vips’ eran chicos de 15 años, que rodearon el estrado y sobre el pecho llevaban sus balas como ‘Rambo’ y en sus manos una AKM.
Confirmado, tienes calle.
A los 17 años formamos la banda y recorrimos el Perú con la caravana de ‘El mañanero’. Mi debut musical se dio en Comas y nos trasladamos en la misma combi con Susy Díaz, Amparo Brambilla, ‘Melcochita’ y comía choclo con Iván Cruz.
En algún lado les gritaron: ‘¡Váyanse, pitucos!’
En muchos sitios, pero apenas sonaba ‘Cuando la cama me da vueltas’, todo se acababa. Fotos con cada uno de nosotros y entendían que estábamos allí cantándole a ellos y al Perú.
Una anécdota.
Cuando llegamos a una provincia, Nílver Huárac, el productor, nos señaló a una chibolita de 16 años: “Cualquier cosa que necesiten, pídanselo a ella” y esa adolescente era Janet Barboza, quien nos llevaba a almorzar al mercadito y en la sierra comíamos harto cuy.
La generación de hoy es más despierta que la tuya, ¿hablas de sexo con tus hijos?
Conversamos hasta de las drogas. Son de buenos principios, porque del lado de su madre también les inculcaron valores.
Nadie cree que te llevas bien con Marisol.
Mis hijos tienen dos casas. Tengo la suerte que ella vive a dos calles de la mía, así que donde les agarre la noche, duermen. No hay ningún régimen de visitas.
A propósito, Mario Hart me afirmó: ‘Si una mujer se me regala, me alejo’.
La mujer más atractiva es la más difícil.
¿A las ‘trampas’ no le creas, así te digan la verdad?
A los tramposos tampoco.
¿Las ‘canallas’ son actrices?
Sí, aunque se verá si son de las buenas cuando sostengan la relación por mucho tiempo.
Un consejo a los que se juntan sin amor o se amarran por plata…
Yo siempre digo: Si eres vividor o vividora, si te casaste por interés, por lo menos debes ser fiel.
Una frase de filosofía popular.
Todo se puede perdonar, menos ser mal padre, ni mal hijo.
Macho que se respeta, ¿sabe cocinar?
No cocino nada. A mí se me derriten los hielos, soy un desastre.
Para conquistar a una mujer, ¿cuál es la mejor estrategia?
El buen humor y hacerla sentir que es centro del universo.
¿Componerle una canción?
No ayuda nada, la espanta. Jálale la silla, ábrele todas las puertas, hasta la del refrigerador.
¿Peloteas?
Jugaba de delantero, un ‘9’ correlón. Me movía por derecha, entraba al área y pateaba al arco.
¿Y no progresaste?
Llegué a la selección de mi colegio, pero el problema es que querían que entrene y solo deseaba llegar a mi casa y hacer mis tareas escuchando a ‘Queen’. Encima, tenía una hernia que hasta ahora no me opero.
Entonces, sí sigues a la selección de fútbol.
El 23 de junio de 1985 cumplí 15 años. Aquel día estuve con mis patas en el estadio y vimos el Perú-Argentina por las Eliminatorias. Fui a ver a Diego Maradona en persona.
¿En qué tribuna?
En oriente central. Mientras me cuidaba que no me caigan bolsas llenas de orines, vi a una vedette en un carro que daba la vuelta por la pista atlética y de pronto el Nacional se vino abajo cuando entró Maradona. Yo me paré, estaba viendo al mejor del mundo. Para mí, era como ver en vivo y en directo a Led Zeppelin. Ese día ganamos y grité como nunca el gol de Juan Carlos Oblitas.
¿Un recuerdo más de ese equipo?
Una semana después, devolvimos la visita y César Cueto, que hizo un jugadón, se la cedió a Gerónimo Barbadillo, quien metió el segundo gol. Ese día, con unos amigos, tomamos unas chelas y lloramos. Gritamos y, cuando terminamos de abrazarnos, nos empataron… puta madre.
Obligado, ¿hincha de…?
Soy más hincha de la ‘U’ que cualquier otro.
¿Puedes revelar cuándo fue tu última noche de placer?
Contigo, anoche, ja, ja.
Pensé, antes de la entrevista, encontrar un ‘divo’.
Es el lado malo de esta carrera. Entra a YouTube y verás que el 90% de lo que sale es mentira. Ojalá pudiera conversar así con la gente para que me conozca bien.
‘Chemo’ del Solar un día me confesó: ‘La fama es una reverenda cojudez’.
Hoy es famoso cualquier atorrante que sale en la tele. Enseñando el trasero lo logran, pero por 5 minutos nomás. Eso no te dará de comer los próximos 30 años.
Algunas siguieron ese camino.
Soy modelo y le gusto a todo el mundo, dicen.
A tu edad y con éxito, ¿qué se añora?
Tomar una gaseosa con amigos, personas que quiero, preparar chicha en casa. No ando pensando en conseguir un auto convertible.
¿Y si te digo ‘Asu mare’?
Una frase que todos hemos utilizado muchas veces, pero desde hace un tiempo la escuchas y al toque se te viene la cara de ‘Machín’.
Para despedirnos, ¿Trome?
Siempre ha estado presente en mi carrera. Al diario y a la gente le digo que soy un eterno agradecido.
Tomó su celular, soltó un par de lisuras y me dio un apretón de manos. Llegué a entrevistar a un ‘divo’ y terminé charlando con un ‘causa’. Recuerdo una famosa sentencia del gran escritor ruso León Tolstói: “No hay grandeza donde faltan la sencillez, la bondad y la verdad”. El ‘Zorro’ es un grande de verdad.
Fuente: Diario Trome
