Esa pregunta es el origen de un interesante debate que ha surgido en los blogs peruanos especializados en el apasionante séptimo arte. ¿Usted qué opina?
En la web circula un debate interesante. Blogs como La Cinefilia no Es Patriota y Páginas del Diario de Satán debaten sobre el cine peruano y su nivel expresivo y de calidad.
La pregunta queda planteada: ¿Cuál es el nivel expresivo del cine peruano? “El cine peruano no es tan malo como para sentirnos avergonzados”, señala Isaac León Frías, crítico de la revista “Ventana indiscreta”. “De otros países que han tenido un desarrollo cinematográfico parecido al nuestro [Colombia, Venezuela, Bolivia, Chile] no somos los que arrojamos el peor balance”. Emilio Bustamante, docente de la Universidad de Lima y de la Universidad Católica, piensa de manera similar: “En las cinematografías de todo el mundo, las películas buenas son la minoría. Pero creo que al hablar de cine peruano no hay que restringirse a las películas estrenadas comercialmente en pantallas. Hay que mirar los cortometrajes, los documentales, el cine regional. Eso abre el panorama”. “Se dice que en el Perú se hacen siete u ocho largos. Pero en realidad en todo el país se hacen no menos de 20. Eso cambia el panorama”, dice Gabriel Quispe, crítico de cine de la página web Cinencuentro.
Películas como Tarata, Cu4tro o Motor y motivo son las que consiguen estrenarse en salas. Bustamante habló de las diferencias que existen entre ellas: “Desde mi punto de vista, “Tarata” y “Cu4tro”, siendo películas fallidas, son mucho más interesantes que “Motor y motivo”. Por lo menos se esmeran en brindarle al público un producto con un buen acabado”. Quispe tiene, sin embargo, una visión más crítica: “Creo que hay una forma de hacer cine gastada hace ya 20 o 30 años, que es la de poner personajes de clase media o baja frente a un contexto desolador o incierto, y que en su búsqueda de salida se encuentran con todo tipo de fricciones o problemas, a partir de un estilo realista. Esa mirada de una Lima oscura, que no da mayores posibilidades y en la que solo se puede aspirar a la violencia o a lo ilícito como forma de salida, ya no resulta creativa. Películas como “Pasajeros” o “Tarata” representan esa vertiente”. Sin embargo, precisa: “No es que me oponga a un cine peruano que muestre una sociedad hostil. Días de Santiago, por ejemplo, está en las mismas coordenadas, pero tiene muchos más recursos. El problema está cuando sientes que todo ya lo has visto antes”.
EL BUEN CINE PERUANO
Sin embargo, existen otro grupo de películas, fuera de las ya mencionadas, que ha permitido que el nivel del cine peruano se eleve. Bustamante analiza: “Superiores a “Tarata” o “Cu4tro” están La teta asustada o Paraíso, de Héctor Gálvez. Tienen un lenguaje más elevado, son más logradas en general. Son películas que se expresan muy bien, que eligen modos de narrar muy claros. Ambas son cintas valiosas, que nos dicen mucho de nosotros como país y sobre lo que estamos viviendo”. Quispe concuerda con esta visión: “Hay películas mucho más creativas como “Paraíso”, “La teta asustada” o Chicha tu madre, de Gianfranco Quattrini: son películas que intiman más con los personajes, que no tratan de definirlos a partir de estereotipos, sino que se acercan a ellos y tratan de reflejar su interior”. Hay acuerdo en que hay cierto cine peruano estrenado en salas que merece ser rescatado.
Contactados por ese Diario, Sebastián Pimentel y Claudio Cordero, directores de la revista de cine Godard!, prefirieron no declarar.
LA PELEA POR EL CINE PERUANO
Cómo comienza este debate
La nota editorial del número 23 de la revista “Godard!” decía, a propósito de la participación de “La teta asustada” en los premios Óscar, que “el nivel promedio del cine que se hace en estos lares es, y siempre ha sido, un cero a la izquierda”. En respuesta, Isaac León Frías publicó en el blog Páginas del Diario de Satán, que una afirmación así carece de rigor y que ha sido escrita por el puro ánimo de dar la contra. La respuesta de “Godard!” no se hizo esperar: Sebastián Pimentel y Claudio Cordero, directores de “Godard!”, enviaron al blog La Cinefilia no Es Patriota una carta firmada por ambos en la cual se reafirmaban en su posición y en la que señalaban una serie de datos acerca del cine peruano, entre los cuales mencionaban que “no hay muchas películas peruanas; que la mayoría de las que se estrenan en la cartelera comercial son muy malas [el año pasado tuvimos que ver “Tarata”, “Cu4tro” y “El premio”, todas premiadas por Conacine]; que no tenemos una tradición importante de cine nacional; que no reconocemos una cultura popular identificada con el cine nacional”. La carta propició varias respuestas, tanto en ese blog como en otros, que inevitablemente se han ido alejando del tema principal. Las opiniones recogidas en esta nota buscan traer el debate de nuevo a su origen.