Tras un intenso proceso de renovación, los peruanos podremos observar trabajos del célebre fotógrafo Mario Testino, hermosas piezas de Rodriguez Razzeto y dibujos de Camilo Blas.
La reapertura del Museo de Arte de Lima es una de las mejores noticias del año en el ámbito cultural, y por varias razones. La primera es que podremos apreciar tres exposiciones y una instalación de excelente calidad: los retratos de celebridades de Mario Testino, reunidos en “Portraits”, muestra que ha dado la vuelta al mundo; 3.000 años de arte del valle de Jequetepeque, con las hermosas piezas de la colección Rodríguez Razzeto recientemente incorporadas a los fondos del museo; los dibujos de Camilo Blas (cuyo archivo también ha sido comprado por el MALI), que muestran el proceso de preparación de sus más conocidos óleos; y “Monumentos vandalizables III”, trabajo de José Carlos Martinat que nos permitirá convertirnos en grafiteros por un rato, garabatear todo lo que queramos sobre los edificios que representan el poder en el Perú.
Pero hay más: el apoyo del Gobierno, que ha hecho posible la renovación de las instalaciones del museo, es, ciertamente, digno de celebrarse. Y hay que hacerlo para seguir en esa senda y por fin nuestros museos salgan del olvido y desarrollen el enorme potencial cultural y turístico que guardan en sus colecciones y su historia.
UNA COMPLETA RENOVACIÓN
El jueves 8 de abril, el Museo de Arte de Lima (MALI) reabre sus puertas al público tras un intenso proceso de remodelación de la primera planta del Palacio de la Exposición, que alberga las salas de exposición temporales (que ahora son cuatro) así como todas las zonas de servicios: biblioteca, aulas, tienda y cafetería, el auditorio y las zonas de reserva de las colecciones y el taller de restauración (estas últimas tres no estarán listas para la reapertura, pero sí en breve). Para celebrarlo, el museo ofrecerá al público tres excelentes muestras (“Portraits” de Mario Testino, “Camilo Blas. El dibujo indigenista” y “De Cupisnique a los incas. El arte del valle de Jequetepeque”), además de una instalación de José Carlos Martinat, “Monumentos vandalizables III”, con la que los asistentes al museo podrán interactuar.
De acuerdo con Natalia Majluf, directora del MALI, la renovación de las instalaciones se había vuelto un imperativo: “El museo ha trabajado en varios frentes durante los últimos años: adquisiciones, la profesionalización del equipo, en el desarrollo de relaciones internacionales que nos permitan mejorar la programación de exposiciones para el público, programas educativos… Hemos avanzado mucho en esos frentes, pero la infraestructura tan pobre que teníamos se había convertido en un freno. Y, si bien el corazón del museo es la segunda planta, donde están las colecciones permanentes, sin las zonas de servicios y sin la infraestructura adecuada en la primera planta, nuestro trabajo no se iba a poder potenciar adecuadamente”, explica Majluf.
Y esta ha sido una renovación ciertamente profunda, pues “el Palacio de la Exposición se restauró por última vez, íntegramente, en la década del 50, cuando el Patronato de las Artes recibe el Palacio de la Municipalidad de Lima y emprende las obras en un local que había sido usado para oficinas del Ministerio de Agricultura, del de Fomento, que había sido sede de la Municipalidad de Lima y hasta fue saqueado durante la ocupación chilena de Lima, cuando era sede del Museo Nacional”. Tras toda esa historia, se hacía necesaria una profunda intervención para modernizar el museo. Y el resultado de los trabajos no son solo instalaciones más funcionales, también se ha recuperado la belleza del Palacio de la Exposición, respetando la amplitud de sus ambientes, su iluminación y su simetría.
CARRETERAS PARA EL TURISMO
Este proyecto se inició en el 2003 con una propuesta de guion museográfico y de distribución de las salas expositivas elaborado por el equipo curatorial del museo. Producto de ello, se inauguró la sala de platería colonial y republicana en diciembre de ese año y se convocó a un concurso de arquitectura para la remodelación integral del museo. El proyecto ganador, de Emilio Soyer, comenzó a ejecutarse por partes, en la segunda planta: en el 2005 se desarrolló el detalle de la propuesta para las salas especiales de fotografía, dibujo y textiles que se inauguraron en el 2006 y 2007. Este esfuerzo, que el museo llevó a cabo gracias a importantes donaciones de empresas y particulares, sin embargo distaba mucho de ser suficiente, sobre todo porque la remodelación de la primera planta no se podía hacer por partes, sino que tenía que hacerse toda a la vez. “En el 2007 estuvimos en contacto con una entidad internacional para financiar el proyecto, lo que lamentablemente no se pudo concretar. Pero con ese proyecto llegamos al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) y les explicamos nuestra visión de lo que podía significar un museo de arte puesto en valor y realmente modernizado para la ciudad, para el país y, en especial, para el turismo”, explica Majluf. “Y nos sorprendimos de encontrar una excelente acogida. En realidad no debería ser sorprendente, porque es totalmente lógico que se invierta en museos para el desarrollo turístico, pues estos son —como siempre he dicho— las carreteras para el turismo; sin embargo, no ha sido hasta ahora una política de Estado en el Perú”, continúa la directora del MALI.
Con ello, y con las conversaciones ya iniciadas para el financiamiento de la renovación de la segunda planta, el MALI espera doblar la cantidad de visitantes anuales que tiene en la actualidad (unos 250.000) en el mediano plazo y fortalecer con ello el eje de museos del Centro Histórico de la ciudad. Todo ello, claro está, es parte de una estrategia que busca no solo satisfacer la creciente demanda interna por ocio cultural, sino que debe repercutir en que los turistas que nos visitan, por lo general para ir al Cusco, tengan una razón de peso para quedarse en Lima al menos un día más, lo que repercutirá positivamente en toda la economía.
EL DATO
El valor de los museos
Hace poco se hizo público el ránking de los museos más visitados del mundo. El primer lugar lo tiene el Louvre, de París, con 8,5 millones de visitas en el 2009. Lo siguen el Museo Británico de Londres (5,5 millones de visitantes), el Metropolitan de Nueva York (4,8 millones) y la National Gallery (4,78 millones) y la Tate Modern (4,74 millones), ambas de Londres. Son cifras astronómicas, por supuesto, pero que se logran con financiamiento adecuado, uno que debe ser entendido como una inversión, pues cada visitante gasta en alojamiento, transporte y comida, entre otros, lo que beneficia a la ciudad entera.
LAS CIFRAS
12.000 obras integran las colecciones del Museo de Arte de Lima, uno de los pocos en el mundo que puede dar cuenta de 3.000 años de historia del arte de un solo país.
250.000 visitas recibe anualmente el MALI. Se espera duplicar esa cifra en el mediano plazo.
6’000.000 de soles ha aportado el Mincetur a través del Plan Copesco Nacional para esta primera etapa; los aportes privados ascienden a más de S/.3 millones.
6.000 metros cuadrados han sido renovados.
12’000.000 de soles es el monto que se debe invertir en la segunda etapa de la renovación.