En su columna de Perú21, el escritor contó que no lo quieren ver y que eso le duele.
Su amor por Silvia Núñez del Arco le pasa una factura carísima al escritor Jaime Bayly. Según narró en su columna de Perú21, sus hijas de 17 y 15 años le han pedido que desaparezca de sus vidas.
“Fue duro leer eso. No estaba preparado en modo alguno para que mis mejores amigas me dijeran eso. Porque sentí que no era una pose ni un exabrupto, sentí que de veras no querían verme por un buen tiempo. Y sentí que cuando me decían desaparece de mi vida estaban diciéndome simplemente desaparece, es decir: si quieres, muérete”, dice parte de su texto.
A diferencia de otras oportunidades, esta vez Jaime se expresa dolido y bastante nostálgico. El escritor, recuerda los años que pasó junto a sus hijas y las cosas que hacían juntos. “Pero ahora debo desaparecer y no quiero desaparecer porque las extraño y pienso en ellas y les escribo y no contestan, y estar viviendo en esta isla en la que vivimos tanto tiempo juntos me trae demasiados recuerdos de ellas que, joder, a veces me hacen llorar. Pero lloro solo y en silencio y sin hacer dramas y simplemente cambio la canción que evocó el recuerdo hiriente o evito la calle que trajo a mi memoria aquella noche cuando salimos disfrazados a pedir caramelos”.
Al iniciar su columna cuenta que al inicio, es decir cuando tenía 25 años, no quería tener hijos y que fue obligado por su ex esposa, pero el escritor cuenta que tras conocerlas las amó y amará siempre. Jaime entiende que este alejamiento se debe a su relación con Silvia Núñez del Arco y al bebé que viene en camino. Sin embargo, intenta de alguna manera que sus hijas reflexionen pues no sabe cuánto tiempo de vida le queda.
“Y yo sé que no me queda mucha vida y que en efecto voy a desaparecer de sus vidas y de la mía, pero no estaba preparado para que mis hijas me ordenaran que desapareciera así, tan de pronto”.
Finalmente Bayly se dirige a sus hijas y les dice: “Sólo puedo escribirles que son lo más genial y extraordinario que me ha pasado en la vida y que ninguna de las cosas que he hecho me da tanto orgullo como ser su padre
Fuente: Diario Trome