Kukuli Morante contó que tuvo que ondularse el cabello, ponerse extensiones y aprender algunos términos propias de la selva que desconocía
De la selva su hija predilecta. La charapita Gladys llegó a la residencial Las Lomas en busca de su adorado Félix (o Fuélix como ella lo pronuncia) y, sin proponérselo, alborotó el lugar con su contorneada figura y zigzageante estilo de caminar. Siempre moviendo las caderas, el personaje de Kukuli Morante ha conseguido rápidamente desplazar a la no menos sensual “Teresita” en la teleserie “Al fondo hay sitio”.
La tarapotina Gladys reconoce que la sensualidad y coquetería la lleva en la sangre y, aunque es consciente que sus curvas son sus armas más convincentes para atraer al sexo opuesto, aclara que jamás se metería en una relación. Agregó que el tórrido romance que vive en la ficción con su patrón, Miguel Ignacio de las Casas (Sergio Galliani) es transparente.
“Gladys es una mujer sensual, coqueta y soñadora, se ilusiona rápido y le gusta sentirse atractiva. Llega a Lima en busca de Juélix y al descubrir que él la había cambiado por otra, ingresa a trabajar de empleada en la casa de Miguel Ignacio de las Casas, a quien admira por su porte y porque es un hombre importante”, señala Kukuli.
A diferencia de su personaje en la exitosa teleserie de América TV, la bella Kukuli es limeña, además de actriz es abogada y el dueño de su corazón desde hace un año y ocho meses, es el actor Claudio Calmet. “Claudio comprende mi trabajo, nos llevamos muy bien, pero aún no hay planes de casarnos, ni convivir, mucho menos, tener hijos”, remarcó.
Para Kukuli no fue fácil encarnar a Gladys. Tuvo que someterse a una serie de cambios físicos, como ondularse el cabello, ponerse extensiones, utilizar maquillaje recargado, y aprender algunos términos propios de la selva que desconocía. ““Magdiel Ugaz,”:http://elcomercio.pe/tag/116490/Magdyel%2520Ugaz Luis Ángel Pinasco, Juélix y un técnico que también es de la selva me ayudaron con eso”, contó.