La modelo guaraní no pudo cumplir su promesa de volverse a desnudar si su selección llegaba a la semifinal.
Una Larissa Riquelme muy distinta fue la que se vio hoy en Asunción. A diferencia de las sonrisas y gritos de aliento que evidenció la modelo durante las primeras semanas del Mundial, hoy la desesperación, los lamentos y hasta las lágrimas inundaron su rostro.
La bella guaraní había prometido que se quitaría las prendas si Paraguay llegaba hasta la semifinal, pero su promesa no se pudo concretar. El culpable: España. Con gol de David Villa, los españoles lograron el pase a la siguiente ronda.
Sin embargo, los nuevos seguidores de Larissa no se van con las manos vacías, ya que las sesiones fotográficas en las que la modelo posó desnuda en años anteriores han recobrado vida, para deleite de todos sus fans.
Es más, la misma paraguaya tampoco se va con las manos vacías. Hoy lució un tatuaje de la marca “Axe” en uno de sus senos.