Pepe Vásquez vivió un calvario luego de que se le involucrara con el narcotráfico y estuvo hospitalizado varios meses en el nosocomio Edgardo Rebagliati por problemas de salud. Desde entonces se aisló de los medios y escenarios, pero hoy rompió su silencio con OJO y contó su drama.
“Estuve hospitalizado dos meses y medio y nadie lo sabía porque no lo quise. Me calumniaron con el tema del narcotráfico y a raíz de eso me bajaron los defensas, no podía caminar ni para hacer mis necesidades porque se me inflamaron las rodillas, con decirte que me quisieron cortar la pierna desde la cadera porque la pierna se me infectó, pero los doctores operaron y lograron hacer drenar la herida, que durante una semana eliminó materia. Ya estaba listo para morir, pero Dios no quiso”. El intérprete del “Jipijai” atravesó difíciles momentos, a tal punto que pensó en el suicidio. “Todo lo que se dijo me afectó demasiado. Me quise aventar del décimo piso del hospital porque no aguantaba más todo lo que se decía, pero gracias a mi familia ya logré salir de todo eso. Me tuvieron que poner psiquiatra, estuve en tratamiento. La gente no se dio cuenta del mal que me hicieron porque soy diabético y tengo insuficiencia renal terminal”.
La economía de Vásquez también se vio afectada ya que gastó varios miles de soles en su campaña política que finalmente se vio frustrada al involucrarlo, sin pruebas, en una organización internacional de narcotráfico.
“Obviamente también afectó mi bolsillo, pero tengo la suerte de tener buenos suegros y mi hermano que me ayudó a solventar los gastos. Para que sepan, tuve que vender mi camioneta y con mis ahorros de todos estos años costeé mi tratamiento. Ahora me dializo tres veces a la semana y me cuesta 180 soles cada sesión, porque el hospital no está haciendo hemodiálisis”. Todos esos días postrado en el hospital, Vásquez sólo recibió la visita de sus familiares y de amigos “contados con la mano”. “Armando Massé sí me apoyó y Polo Campos me visitó en calidad de artista y me pagó algo de lo que me debía, del resto nada. Ni Lucía, Eva ni otros muchos a quienes yo consideraba me apoyaron, pero Dios ya verá por ellos”.
Fuente: Diario Ojo
