La italiana regresó para darle en la yema del gusto a sus fans en una ecléctico show que mezcló canciones románticas con electrónica y hasta salsa
Laura Pausini regresó a esta hermosa tierra del sol tras dos años de ausencia. “Ausencia de ti”, un tema que, sin embargo, no escuchamos en más de 2 horas y cuarto de concierto. Tema que, como otros éxitos del ayer, fue reemplazado por eclécticas canciones como “Yo Canto”, “A simple vista” o “Y mi banda toca el rock”. Así la diva de las almas sensibles fue mezclando sus poderosas baladas con el rock pesado, la electrónica, la batucada y una canción que sonaba al movidísimo “Químbara”. ¿Arroz con mango musical o delicioso platillo fusión?
ECLÉCTICO
Unas 7.000 personas la esperaban entusiasmados en el Jockey Club. Un público variopinto se mezclaba en la escena. Señoras, parejitas melosonas, madres e hijas, románticas eternas, hombres sacrificados en pos de la felicidad de su amorcito, muchas jóvenes y uno que otro, aunque no lo crean, grupo de hombres solos. Había de todo.
A las 9:45 p.m. la dama de los corazones rotos entró en escena con una sonrisa. Estaba resplandeciente. Literalmente. Llevaba un atuendo dorado brillante, vestuario que cambiaría más de cinco veces a lo largo del concierto. Saludó a su público con el tema “Bienvenido”. La gente se iba acomodando.
La quinta canción estaba por llegar y aún nada que la gran mayoría conociera. La gente se fue sentando, mientras Laura hacía una mezcla osada. Mientras que las pantallas centellaban tras ella, las guitarras eléctricas emitían sus rugidos y un grupo de bailarines se contorsionaba a sus espaldas. Y de pronto sonaba música electrónica. Y de pronto un poco de rock. ¿Esto acaso no era un concierto romántico?
RETORNOS
“Emergencia de amor” llegó por fin para encender un poco la cosa. Su gente la aplaudió. “Sé que han esperado mucho. Yo también esperé mucho atrás… Mucho para ver a mi gente”, dijo emocionada y soltó otro tema, “Hace tiempo”, el cual fue seguido por cuatro temas que esta señorita (es decir yo) que juraba conocer el 70% de las canciones de la italiana no consiguió descifrar.
“Volveré junto a ti”, sonó después de un rato. “Inolvidable”, “Amores extraños” y “La soledad” aterrizaron como disparos. Cortas, directas, sin anestesia. Aunque duraron poco, demostraron que Laura podía volver a ser la de antes. Y en ese momento, luciendo un vestido largo, volvió a brillar y a encandilar a los románticos. Pausini demostró la potencia de su voz que en toda la noche se intuyó divina y por un momento se metió al bolsillo a esos que la miraban desconfiados.
Luego volvió a cambiarse y a girar nuevamente el timón en este concierto que no paraba de mutar. Presentó a su banda, a sus coristas. Volvió con canciones nuevas. Luego llegaron temas como “Se fue”, “Gente” y “Víveme”. Sin embargo los cambios de ritmo parecían demasiado drásticos. De una balada lenta a una especie de rock caótico, instalándose luego en el pop, para estallar en algo más movido.
El final estaba por llegar. “Entre tú y mil mares” y “En cambio no”, cantó para prevenir que el show pronto se acabaría. Se despidió, agradeció al público por pasar junto a ella “una noche maravillosa”. Se fue. Varios lo hicieron con ella. Otros la esperaron y se empezó a escuchar bajito su nombre y la infaltable “otra, otra”.
PERUANÍSIMA
“Mira a los que entran de nuevo”, dijo cuando volvió en referencia a aquellos que iba abandonando el concierto. “Quería que me llamaran otra vez”, confesó coqueta. Luego se puso una casaca de Perú y un chullo. “Más peruana imposible. Solo me falta un novio peruano, pero yo ya tengo uno (su guitarrista)”, espetó.
Luego llegó más mezcla. Con chullo y casaca roja y blanca puesta, agarró un gran tambor y empezó a tocar una especie de batucada, que terminó derivando en la canción “Y mi banda toca el rock”. Luego empezó a sonar una melodía igual al emblemático “Químbara”. Qué rock, ni que pop, ni que ocho cuartos. Ahora la italiana parecía querer meterse en la piel de Celia Cruz. ¿Qué era esto?
“Me has dicho que vuelva a Perú y estoy aquí (…). Yo jamás abandoné mi sueño de cantar con toda mi voy para ti, Lima”, dijo cariñosa para finalizar. “Jamás Abandoné”, dijo para ponerle punto final a la cosa y se fue para ya no volver.
RECUENTO
¿Qué hizo Laura Pausini en Lima? Mezcló ritmos, hizo gala de su maravillosa voz y también se mostró sensible y encantadora. ¿Pero llegó a gustar la manera en la que su show está configurado? Laura es diferente a la de antes. ¿Sus fanáticos la quieren así o es que extrañan a la romántica incurable? Y la pregunta final, ¿fue el concierto de Laura Pausini una deliciosa oda a la fusión y a la buena mezcla o nada más que un caótico arroz con mango?
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Fuente: El Comercio