L a “pelirroja” afirma que apenas sintió a su bebé en su vientre supo que serían las dos solas contra el mundo.
Génesis Tapia (22) se detiene frente al espejo. Observa su vientre con ternura y lo acaricia. Ahora tiene una razón para vivir y dejar atrás los golpes que la marcaron desde que nació, pues sus padres la abandonaron, su pareja la dejó cuando supo que estaba embarazada y más de uno la señaló. Hoy, a tres meses de convertirse en madre, sonríe y le dice a su hija: “Lucianita, serás mejor que yo”.
Un hombre jamás va a disfrutar del embarazo. ¿Qué se siente?
Es conexión mágica. Comienzas a entender que cuando una sufre, el bebé también sufre. Cuando estás feliz, la pequeña también es feliz y se mueve en tu panza.
¿Pasó por tu cabeza no tener a tu bebé?
Creo que la decisión más valiente de una mujer es respetar la vida. Yo tuve tres pérdidas, sé lo que es quedarse con los ropones guardados (se quiebra).
Ser mamá debe ser especial, porque nunca tuviste la tuya cerca.
Sí. Mis abuelos me adoptaron. Pasé muchos años buscando a mi madre, pero ella no estaba para mí. Tenía otros hijos no la juzgo.
¿Es una etapa por la que jamás pasará Lucianita?
Jamás. Desde que la sentí en mi vientre sabía que enfrentaríamos la vida solas, sabía que sería una madre soltera.
Ahora es tu gran motivo para seguir luchando.
Exacto. Sabes, cuando el doctor me informó que podía perderla, le dije: “doctor, si usted deja que ella no viva, usted me está matando”. Recé mucho y aquí está conmigo, luchando.
Si pudieras retroceder el pasado, ¿qué cambiarías?
Nada, retroceder implicaría no tener a mi niña. Lucianita es mi motor para seguir viva, ya no me siento sola (se vuelve a quebrar).
¿Pensaste alguna vez que su padre la negaría?
Imagínate que ni a él lo juzgo, siento que está confundido y que se dará cuenta de su error. Creo mucho en la justicia divina.
¿Llevará su apellido?
No, solo llevará el mío. Será Luciana Tapia Sosa.
¿Esperas que Carlos González llene el vacío que deja Raymundo Van?
No, con él no hay un amor, no lo veo como pareja. Lo veo como un amigo. No estoy buscando un padre para mi hija.
Ahora que Lucianita te oye, dile algo…
(Se mira el vientre) Hijita, sé que no he sido muy madura, pero eso ya se acabó. Te daré estabilidad, así estemos las dos solitas. Eres mi motor, y sé que lo sabes. Vendrán tormentas, pero yo te cuidaré. Lucianita, cuando nazcas, también naceré contigo. Seré una nueva mujer.
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Fuente: Diario Trome
