El robo de hijos de desaparecidos durante la dictadura militar argentina y la lucha humanitaria de las Abuelas de Plaza de Mayo regresan al cine con el filme “El abismo… todavía estamos”, que se rueda hasta fines de mes en Buenos Aires.
“El abismo… todavía estamos” recrea hechos reales para contar el secuestro y muerte de una joven pareja en una cárcel clandestina donde nace su hija, que 30 años después deberá afrontar los dilemas de recuperar su verdadera identidad.
El filme es la ópera prima del joven cineasta argentino Pablo Yotich, quien eligió un elenco de actores que tienen la misma edad de los personajes que interpretan. El reparto incluye a Dalma Maradona, hija del astro del fútbol y ex seleccionador argentino Diego Armando Maradona.
La película tiene como telón de fondo la conflictiva relación de tres hermanos: el militar Felipe, el cura Alejandro y Ernesto, quien es militante de las juventudes del Partido Justicialista (peronista) y es secuestrado en 1978 junto con Paloma, su novia embarazada.
La pareja es llevada a un centro clandestino de detención dirigido por Felipe, quien había ordenado su captura y se niega a liberarlos como le pide su hermano sacerdote.
“Quise hacer una película más poética y no sólo mostrar los episodios trágicos de los militares sino todas las causas colaterales que trajo la dictadura en Argentina” (1976-1983), comentó Yotich a Efe.
El director considera “muy importante mantener viva la memoria de los argentinos” y agradeció la ayuda de las Abuelas de Plaza de Mayo, cuya “lucha incansable” ha servido para que un centenar de hijos de desaparecidos recuperara su verdadera identidad.
Las Abuelas de Plaza de Mayo junto a jóvenes que recuperaron su identidad y familiares de desaparecidos aparecerán en los créditos del filme, que se prevé estrenar a fines de año.
“Espero que esto sirva para que la gente que decidió no tomar partido por querer saber que había pasado en Argentina en esa época, sepa que hubo gente que sufrió un montón, y no desde lo político, sino desde lo humano”, comentó Dalma Maradona.
La hija de Diego Maradona interpreta a una joven embarazada que comparte calabozo con Paloma, quien morirá al dar a luz a una bebé entregada por los represores a una familia que le pondrá el nombre de Natalia.
También morirá por tortura Ernesto y será su hermano, el cura Alejandro, quien en 2010 reconocerá a Natalia como su sobrina perdida y la guiará para decidir si ella recupera su verdadera identidad o mantiene la impuesta por sus apropiadores.
“Al principio me pareció durísimo pensar que realmente una chica embarazada haya tenido que pasar por esas situaciones. Desde mis 23 años y sin haber vivido esa época me parecía un desafío poder formar parte de esta película que muestra cosas que lamentablemente pasaron”, apuntó Dalma Maradona.
Para Juan Palomino, que personifica al cura Alejandro, este filme trae “una mirada profunda sobre una época no muy lejana” y supone “un reencuentro con la memoria y la vida”.
“Es un documento necesario para construir el futuro. Desde lo más profundo de los sentimientos nos atrevemos al abismo. Ese abismo que separó, torturó, mató, apropió vidas, negando las verdaderas identidades”, subrayó el actor argentino.
Una de las Abuelas de Plaza de Mayo que contribuyó al guión del filme es Bertha Shuberoff, ex esposa del poeta argentino Juan Gelman, cuyo hijo Marcelo, y su nuera, María Claudia García, fueron secuestrados y asesinados por militares en 1976.
“Cuando secuestraron a mi hijo me convertí en otra persona, lo dejé todo para iniciar la búsqueda de mi hijo. Era tal mi desesperación al ver que de golpe entraron con armas a mi casa y se llevaron a mi hijo, nuera y otra hija que luego fue liberada”, recordó.
Luego de décadas de lucha, Shuberoff y Gelman se han reencontrado con su nieta Macarena, nacida cuando su madre estaba en cautiverio en una cárcel de Uruguay como otras víctimas del Plan Cóndor de represión desatado por las dictaduras del Cono Sur americano. Macarena Gelman había sido abandonada cuando tenía dos meses en una canasta frente a la casa de una familia uruguaya que la adoptó.
Luego de “Botín de guerra” (David Blaustein, 2000), “El abismo… todavía estamos” es el segundo filme que trata la tragedia del robo de hijos de desaparecidos y la lucha por recuperarlos que lleva a cabo desde hace 34 años la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, candidata al Premio Nobel de la Paz.