Roberto Gómez Bolaños, creador de entrañables personajes como el Chavo del Ocho y el Chapulín Colorado, está de cumpleaños
El 21 de febrero de 1929 México vio nacer al creador de El Chavo del Ocho, El Chapulín Colorado, El Doctor Chapatín, entre otros personajes entrañables. En los últimos años la noticia de su muerte se asomó, pero que no ‘panda el cunico’, Roberto Gómez Bolaños le dio la contra. Hoy el niño querido de la televisión celebra al lado de su familia y sus millones de seguidores en el mundo.
Antes de cautivarnos con sus creaciones, Roberto Gómez Bolaños soñó con ser ingeniero, como un tío suyo, menos mal sus malas calificaciones lo hicieron desistir de continuar con la carrera. Luego probó suerte con el balón, alguna vez confesó ser fanático del América, pero no prosperó, al igual que su pasión por los guantes. De pequeño siempre ha sido muy peleonero y de adolescente más, dice que lo hacía por miedo. Sí, el genio mexicano era miedoso. Cuenta como anécdota que no podía ver debajo de la cama porque imaginaba que iba a salir un diablo.
A PUÑO LIMPIO
Al ver sus “cualidades” para el golpe su hermano Horacio, no tuvo mejor idea que animarlo a participar en un campeonato de boxeo en su colegio, parecía ser el primer paso para una ascendente carrera como boxeador profesional. Luego entró a Los Guantes de Oro, la competencia más importante del boxeo amateur en México, hasta allí llegó. Cambió los guantes por la máquina de escribir, en ese momento de su vida explotó su genio creativo, sin querer queriendo, se convertiría en actor, comediante, dramaturgo, escritor, compositor, director, productor de televisión y guionista.
Su carrera empezó escribiendo guiones para comerciales. Su primera esposa lo recuerda escribiendo hasta 12 horas al día, se distinguía por su peculiar sentido del humor. Luego fue libretista de varios comediantes, primero en la radio, después pasó a la televisión. Trabajó al lado de los comediantes Capulina y Viruta, diez años de su vida alimentó con sus guiones el exitoso programa “Cómicos y canciones”, por entonces eran los humoristas más importantes de México y juntos recorrieron muchos países, entre ellos Perú.
El Comercio cubrió su paso, exactamente el 18 de julio de 1961, nadie se iba a imaginar que ese joven de apariencia delgada y estatura baja que los acompañaba con guitarra en mano iba a dar mucho que hablar años después.
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Fuente: El Comercio