Ni sus explosivas confesiones en ‘El valor de la verdad’, ni sus escándalos mediáticos lograron lo que la pasión por el motorbike hizo en Aída Martínez, pues en cinco meses no solo se convirtió en una ‘nueva mujer’, sino que la disciplina que exige este deporte la alejó de su agitada vida nocturna. También confiesa que hace mucho tiempo está sola, ya que muchos hombres le tienen miedo porque piensan que es una chica ruda, ‘pero sigo siendo la misma sexy y delicada Aída’, dice con una pícara sonrisa.
Cuéntame, ¿cuándo apareció en tu vida este deporte?
Toda mi vida soñaba con competir, pero cuando era niña lo veía difícil. Me gustaba ver, pero no me animaba a subirme a una moto.
¿Cómo así te animaste?
Mi mejor amigo me dijo que sí se podía. Él también es corredor profesional, y un buen día -en abril de este año- me animé.
El primer día seguramente estabas muy nerviosa…
Es cierto. La primera vez tenía mucho miedo, no tenía idea ni de cómo hacer un cambio, pero entrené unas tres veces, y a la cuarta ya estaba compitiendo.
¿Cómo te sientes en un deporte en el que solo hay varones?
Todos los chicos me tratan como un amigo más, ya me acostumbré.
¿Practicar este deporte ha modificado tus costumbres y horarios?
Ha cambiado casi todo. Aquí se gasta demasiada energía, el desgaste mental es extremo, por eso mi apetito ha subido. Mi vida nocturna ya no es la misma, ahora solo salgo una vez a la semana, porque los entrenamientos son muy temprano.
¿Es una pasión verdadera o una moda pasajera en tu vida?
No es un hobby ni un pasatiempo, es una pasión. Qué mujer se va a atrever a practicar un deporte extremo como este. Hay que estar muy enamorada de esto para tener las agallas de hacerlo. Esto es como una droga en mi vida, y ya me estoy preparando para la siguiente carrera, este 21 en ‘La chutana’.
¿Y ya tienes ‘heridas de guerra’?
He tenido caídas. Dicen que ‘piloto que no se cae, no es piloto’. La segunda fue la más fuerte, porque casi pierdo un dedo. La adrenalina es tan brava, que cuando te caes no te duele en el momento. El dolor viene después.
¿Practicar este deporte te espanta los galanes?
Creo que los espanta de verdad. La mayoría de chicos piensa que soy muy ruda, pero sigo siendo la misma sexy y delicada Aída de siempre. Me pongo ruda solo en la pista.
¿Por eso estás sola?
Hace mucho tiempo que no tengo galán, desde diciembre del año pasado. Creo que ha sido una decisión de mi subconsciente, no sé en qué momento me di cuenta que pasaba mucho tiempo sola.
Quizá los chicos te tienen miedo…
Me imagino que es lo que le pasa a muchas chicas de la televisión. Los chicos, en las discotecas, ni siquiera se nos acercan. Yo los invito a que no me tengan miedo, no muerdo, soy supersociable y buena onda.
Pero seguro no todos cumplen con los requisitos…
Obviamente, todo entra por los ojos, es una ley de la vida. Espero un chico agradable a mis ojos, guapo y simpático. No me gustan los fortachones, puede ser chato o gordito, pero si tiene una superpersonalidad, las otras cosas quedan de lado.
¿Qué les dices a los ‘floreros’?
No me agrada que me ‘endulcen el oído’, porque de tarada no tengo un pelo. Solo quiero que me digan las cosas sinceras, que sean transparentes.
¿Y te has cruzado con varios ‘floreros’?
De esos me tocan a diario y las mujeres solo queremos acciones y no palabras. Ya me conozco de memoria el ‘floro’ y la manera de actuar.
¿Cómo te das cuenta de uno de esos?
Ellos piensan que mostrando su riqueza o sus autos me van a atraer. Jamás he estado con un chico que tenga más de un millón de dólares en su cuenta.
Es decir, ¿saldrías con un ‘misio’?
Tampoco me interesa salir con ‘misios’. Una vez me tocó mantener a un chico y no me gustó la experiencia.
¿Cómo los prefieres?
Me encanta que sean educaditos. Y tienen que ir a mi ritmo, sino me voy a aburrir. Me gustan un poco locos como yo.
¿Y cómo se dio tu reconciliación con Shirley Arica?
Fue por medio de una amiga en común que tenemos. Decidimos dejar atrás esos temas y ni siquiera mencionarlos. La pelea fue por cosas tontas de amistad, no fue por un chico. Jamás haría una cosa así. Creo que entre amigas ‘debe haber códigos’.
¿Es Shirley una verdadera amiga?
A Shirley le tengo un cariño enorme, pero considero que la palabra ‘amiga’ es algo muy fuerte como el ‘amor eterno’, de lo que ya no hay.
Hablemos del tema de la semana: ¿qué opinas de las ‘Candys’?
Conozco varias. Una ‘Candy’ es una regalada, una convenida, una chica que finge ser la chica más finita y delicada, que finge ser chica de su casa, pero lo único que quiere es dinero y noches de pasión. Ya la gente sabe quiénes son las ‘Candys’.
Fuente: Diario Trome
