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Choros cantan vamos a ver a la chica de la tele

Posted by JKL On October - 12 - 2010 ADD COMMENTS

Yola Polastri Como un niño tiembla Yola Polastri luego que en los últimos días, delincuentes ingresaran a su residencia, en La Molina.

La animadora infantil confesó que vive en permanente zozobra y temiendo que atenten contra su vida en cualquier momento. Por eso decidió no solo solicitar garantías para su vida, sino sacar de su vivienda sus cosas de mayor valor.

“Es terrible lo que estoy viviendo, es una pesadilla. Lo peor es que no hay medidas de seguridad que detengan a estos indeseables, que entran como Pedro en casa a mi hogar”, reveló Yola, señalando que reforzó las medidas de seguridad en su casa luego que le robaran varias veces.

“Lo que temo es que estos días haya un muerto en mi casa”, acotó temerosa la popular “Chica de la tele”.

Jaime Bayly, Silvia Núñez del ArcoA través de una columna, el periodista Jaime Bayly reveló que invitó a la madre de sus hijas a retirarse de la casa que compró porque, según él, confabuló con su progenitora contra su nueva novia.
Hace dos semanas, cuando regresó de Londres, le escribí un correo a mi madre invitándola a tomar el té con Silvia y conmigo. Dado que mi madre no conoce a Silvia y Silvia tendrá en abril un bebé conmigo, me parecía una buena idea que ambas se conocieran.

Por lo visto, a mi madre no le pareció una buena idea, porque no contestó mi correo ni se dio por aludida.

Semanas atrás, cuando mi madre estaba en Londres o en Nueva York, le escribí un correo contándole que Silvia estaba embarazada de mí.

Mi madre se tomó diez días en contestarme, quizá porque no lee a menudo sus correos, quizá porque no sabía qué decirme. Lo que me dijo fue breve y no por eso menos hilarante: “Tu felicidad=mi felicidad”. Si bien su respuesta era tardía, también era generosa, al menos en las formas, porque yo, que soy suspicaz y conozco a mi madre, sé que ella suele consultar estas cosas a sus consejeros del Opus Dei (que mucho no me quieren) y no siempre escribe o lee lo que honestamente le apetece, sino lo que sus guías morales le dictan o susurran.

Digamos que me costaba trabajo creerle a mi madre que estaba feliz sabiendo que yo había dejado embarazada a Silvia y no a Sandra, mi ex esposa.

Pero si mi madre estaba feliz, ¿por qué no contestaba mi invitación a tomar el té con Silvia cuando llegó a Lima?

Probablemente porque estaba consultándolo con sus directores espirituales del Opus Dei. Dicho sea de paso, ahora que mi madre, tras heredar parte de la fortuna de su hermano, se ha convertido en una mujer rica, es comprensible que sus amigos del Opus Dei y su amigo el Cardenal de Lima la quieran mucho más de lo que ya la querían antes de que heredase. Desde que mi madre se ha vuelto rica, el Cardenal se esmera en cultivar su amistad y los intrigantes del Opus Dei no escatiman gestos de afecto, ternura y se diría que devoción a mi santa madre. No me cabe duda de que todos ellos quieren de veras a mi madre. Tampoco me cabe duda de que quieren de veras la fortuna que ahora mi madre posee. Tampoco me cabe la menor duda de que se oponen a que mi madre comparta una porción de esa fortuna conmigo.

Silvia tomó con gran sentido del humor el silencio de mi madre respecto de mi invitación para tomar el té juntos. Dale tiempo, me dijo. Tiempo le daremos, le dije. Pero si se tomó diez días en felicitarme por el embarazo con esa frase memorable (“tu felicidad=mi felicidad), y ahora no responde a mi sugerencia para que Silvia y ella se conozcan, parecería que tal frase no era del todo sincera, porque si ella subordina su felicidad a la mía, no se entiende que se resista a que los tres tomemos felizmente el té.

Como tan tonto no soy, supuse que mi madre estaba decepcionada porque ella hubiera querido que yo dejase embarazada a Sandra, mi ex esposa, y no a Silvia. Mi madre quiere a Sandra como si fuera su hija; diría más, quiere a Sandra probablemente más de lo que me quiere a mí, o la quiere de un modo más parejo y exento de angustias y sobresaltos; mientras quererme a mí es una empresa ardua que desafía sus credos, sus dogmas y sus certezas religiosas. Dicho de otra manera: las cosas que yo digo o escribo o hago no le gustan a mi madre porque colisionan con sus convicciones religiosas, y muy a menudo tratar de quererme la sitúa en la indeseable disyuntiva de elegir a su hijo o elegir a su Dios. Lógicamente, si compito con Dios, llevo las de perder. Mi madre me quiere, no lo dudo, pero antes que nada quiere reunirse en el cielo con mi padre, y si yo me opongo a esa travesía, entonces me pasa por encima, es comprensible.

Nadie en su sano juicio cambiaría un pasaje a la vida eterna pletórica de glorias y felicidades por un té ralo con su hijo. Lo primero es infinito, el nirvana, una suma de placeres inimaginables. Lo segundo es corto, puede ser tenso y, además, hay que pagar la cuenta.

Digamos entonces que hasta ese momento Silvia y yo comprendíamos el silencio de mi madre y su renuencia a conocer a Silvia y tomar el té con nosotros.

Luego ocurrió un hecho fortuito que enredó todavía más las cosas.

Una noche, antes de irme a la televisión, bajé al departamento de mis hijas a saludarlas y preguntarles si todo estaba bien, y apenas salí del ascensor escuché las voces de mi madre y Sandra conversando en la sala. Ellas no podían verme. Yo podía escucharlas. Por razones diplomáticas, no diré todo lo que escuché. Sólo diré que lo que hablaban no resultaba halagador para mí. Daré una pista: se estimulaba la hipótesis según la cual yo había dañado el bienestar de mis hijas dejando embarazada a Silvia. Digamos que Sandra cumplía el papel de víctima despechada y mi madre cumplía el papel de extenderle sus condolencias por el sufrimiento que yo había infligido a mi familia.

No me pareció prudente interrumpirlas, pues era evidente que mi madre y Sandra habían concertado ese encuentro sin la intención de que yo participara en él. Simplemente me retiré y no me resultó difícil comprender que para mi madre fuese más placentero tomar el té con Sandra (sin decirme nada) que tomar el té con Silvia y conmigo.

Para ser franco, no pude dejar de pensar que el afecto de Sandra por mi madre ha crecido como un río caudaloso y ha empezado a desbordarse y anegar mis sentimientos desde que mi madre heredó parte de la gigantesca fortuna de su hermano. Para ser franco, no pude dejar de pensar que Sandra, haciendo el papel de víctima, podía conmover a mi madre y conseguir alguna donación que mitigase su pena tan honda.

Ya en la camioneta, llamé al departamento y hablé con mi hija y ella me confirmó que mi madre llevaba horas hablando con Sandra en ese departamento que compré y tuve el buen tino de inscribir a mi nombre. De modo que no miento si digo que Sandra y mi madre estaban hablando o conspirando o deplorando mi conducta mientras tomaban el té en mi casa, dado que, en rigor, el departamento de abajo y el de arriba los compré con mi dinero y los hice decorar con mi dinero y los inscribí en los registros públicos a mi nombre y sólo a mi nombre.

Dolido y humillado como estaba por una conducta que juzgaba desleal por parte de mi madre y de Sandra (una conducta que entrañaba un desaire a Silvia), le escribí a mi madre diciéndole que no entendía su renuencia a conocer a Silvia y entendía menos que viniera a mi casa a escondidas y sin saludarme y que tal manera de proceder me parecía innoble. La respuesta de mi madre fue algo así como: “Has tergiversado mis intenciones” (omito por mínimo respeto el modo exacto en que escribió “tergiversado”, pero parecía que estaba invitándome a tomar un té con ginebra y asado). Mi respuesta fue: “Yo no puedo leer las intenciones humanas. Sólo Dios, si existe, las lee. Yo sólo puedo juzgar los actos, los hechos. Y en los hechos, no quieres conocer a Silvia y vienes a mi casa y te reúnes con Sandra y no me avisas para que baje a darte un beso”.

Luego le escribí un correo a Sandra diciéndole que me parecía incomprensible que mi madre pasara dos o tres horas en el departamento de abajo (que es mío) sin que nadie me avisara para que yo bajase a saludarla, como me hubiera gustado saludarla, porque yo a mi madre la quiero mucho a pesar de nuestras diferencias morales. Le dije que me parecía desleal que concertase un encuentro con mi madre en mi propia casa, omitiendo informarme de tal encuentro, es decir procurando que yo no estuviese al tanto de dicha reunión. Le dije que esa conducta era innoble y pérfida y que ambas, ella y mi madre, me habían humillado y de paso habían desairado a Silvia, y que si querían seguir reuniéndose a mis espaldas, no me provocaba que lo hicieran en mi casa, por lo que invité a Sandra a que hiciera sus maletas y se retirase de mi casa tan pronto como le fuese posible, de modo que se vaya a vivir a un lugar donde pueda reunirse a chismear con mi madre sin que ese lugar sea mi propia casa.

Privada y ahora públicamente, he invitado a mi ex esposa, señora Sandra Masías, a que se retire de mi casa. De momento no me ha contestado. Mis hijas tampoco porque se han ido a pasar el fin de semana largo al hotel de Paracas y no responden mis correos ni mis llamadas.

Corren las apuestas. Silvia apuesta a que Sandra no se irá del departamento que es mío y que yo al final me ablandaré y cederé (y Silvia suele ganarme las apuestas). Sandra no ha respondido mis correos pidiéndole que se retire de mi casa (engorrosa operación cuyos costos yo pagaría, desde luego). Yo apuesto a que mi madre, espantada por mi conducta satánica, le comprará a Sandra una casa mejor que la mía y le dará a Sandra el dinero que pensaba darme a mí. De ser tal el desenlace, no cabe duda de que Sandra habría ganado la partida, puesto que gana el que más fichas tiene al final del juego, y mucho me temo que las fichas de mi madre irán para su amada Sandra, pobrecita ella que sufre tanto por culpa de Jaime el agnóstico y amoral, y no caerán sobre mi mesa de ping pong (pues, para aliviarme de estas miserias, he comprado una mesa de ping pong en la que ahora juego unos partidos muy inamistosos con Silvia, la bella y adorable madre de mi hijo, que se llamará James o Zoe, según su dotación genital).

Haydé ArandaHaydé Arana denunció ante las cámaras del programa ‘Magaly TeVe’ que fue víctima de maltrato físico por parte de su pareja, el empresario Ruggero Poblete.
Según contó la vedette, el ex novio de Shirley Cherres y Mercedes Vela dejó huella de sus puños en su rostro, producto del alcohol.
“Estoy en contra de la violencia. Sí, me agredió mi pareja. No me lo merezco.
Siempre lo trato bien… Uno no puede lastimar así a la persona que dice que quiere”, indicó evidentemente temerosa y afectada por la situación.
Sin embargo, Arana luego aseguró que Poblete no es una mala persona, sino que cuando toma “se excede”. “Si he tomado esta desición es por talgo. Él es bueno cuando está sano, pero ahora casi nunca lo está”, sostuvo la bailarina.
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Magaly Medina La jefa de Relaciones Públicas de ATV, Aury Tang, manifestó a Peru.com, que Magaly Medina se encuentra mucho mejor anímicamente, tras notar una mejoría en su hermana Mariella, quien sufrió un accidente en Miami.
“Magaly llegó (de Miami) este lunes en la madrugada. Está mucho mejor, está tranquila, incluso coordinando algunas cosas para su programa en vivo”, destacó la ejecutiva.
Como se recuerda, la conductora de TV tuvo que viajar de emergencia a Miami luego que Mariella sufriera un accidente en una embarcación. “(Su hermana) está en tratamiento hasta que logre movilizar su brazo. Se viene recuperando”, acotó.

Asaltan spa de conductora de TV Jeanet Barboza

Posted by JKL On October - 12 - 2010 ADD COMMENTS
 Jeanet BarbozaEl spa de la popular conductora de TV Jeanet Barboza fue asaltado. Los ladrones sustrajeron costosos artículos de su local ubicado en Los Olivos.
En conversación con RPP.com.pe, el gerente del spa, Steven Lozano, contó
que los delincuentes se llevaron una laptop, televisores y productor de belleza.
Una rápida acción de la policía evitó que los facinerosos continúen desvalijando el establecimiento que queda en la Av. Carlos Izaguirre 728, Los Olivos.
Asimismo, trascendió que las puertas del citado inmueble fueron violentadas.

Por otro lado, se supo que Barboza afronta la situación con tranquilidad al saber que el asunto no llegó a mayores.

El Gran ShowEl programa de Gisela Valcárcel, ‘El Gran Show’, volvió a liderar la sintonía de los sábados con su candente noche de strep dance.
Sin embargo, el espacio no logró sumar más puntos de lo esperado, conformándose con unos respetables 18.2 puntos de rating general.
En segundo lugar se ubicó la semifinal de la Copa de Vóley Unique (Frecuencia Latina) con 16.1, ‘El Especial del Humor’ de Carlos Álvarez y Jorge Benavides con 15.6 (Frecuencia Latina) y ‘Recargados de risa’ con 12.5 (América Televisión).

DOMINGO DE VÓLEY

En cuanto al domingo, la fiebre por la final del campeonato de vóleibol le dio a canal 2 unos 21.2 puntos; mientras que ‘Punto Final’ de Nicolás Lúcar registró 19.1 (Frecuencia Latina) y ‘El Francotirador’ de Jaime Bayly (Frecuencia Latina) con 14.4 y picos de 28.3 en los sectores A y B.
Finalmente, ‘Cuarto Poder’ con Sol Carreño y Raúl Tola (América Televisión) alcanzó 12.6, ‘Día D’ con Pamela Vértiz (ATV) hizo 11.1 y ‘Panorama’ con Cayetana Aljovín (Panamericana Televisión) obtuvo 5 puntos.

Silvia Núñez del Arco Vidal, Jaime BaylySilvia Núñez del Arco Vidal, la joven novia del periodista y escritor Jaime Bayly, estaría esperando una mujercita.

Así lo dio a conocer la estrella de la TV en su programa.

“Según la ecografía que se hizo Silvia (Núñez del Arco Vidal), vamos a tener una mujercita. Yo feliz de tener una hija mujer más”, señaló.

De acuerdo al “tío terrible”, la nena se llamaría Zoe.

Rossana Fernández Maldonado, Anna Carina Copello, Anabel Elías, Antuanett ElíasRossana Fernández Maldonado, Anna Carina Copello y las gemelas Anabel y Antuanett Elías ensayan las coreografías.

A menos de un mes del show que conmemorará los 20 años de Nubeluz, las recordadas cíndelas Rossana Fernández Maldonado, Anna Carina Copello y las gemelas Anabel y Antuanett Elías se encuentran ensayando las coreografías de las canciones que hicieron populares en la década de los 90.

“Recordamos algunos pasos pero la verdad es que hemos estado fuera de ritmo. Yo al menos estoy saliendo a correr y caminar un poco para entrar en ritmo”, dijo Anna Carina.

Por su parte, Anabel Elías dijo que pese a que “son coreografías que hemos bailado por años, igual tenemos que ensayar porque hay partes que todavía están medias nebulosas”.

Aunque estuvo acompañando los ensayos, Rossana Fernández Maldonado dijo que por ahora está practicando “mentalmente” y aún no puede hacer movimientos bruscos debido a que hace algunas semanas acaba de dar a luz. “Vengo para hacer acto de presencia y dentro de poco me voy a incorporar”, señaló al noticiero A Primera Hora.

Los show por los 20 años de Nubeluz se realizarán los días 5, 6 y 7 de noviembre en Mega plaza y una semana después (12, 13 y 14) en Plaza Sur. Las entradas están a la venta en Teleticket de Wong y Metro.

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