“Ha sido muy difícil atravesar esas etapas y ese tiempo para curar las heridas. Las autoridades se encargarán de ver este caso y de investigar”, expresó.
Magaly Medina sobre investigación a jueza Maria Teresa Cabrera: “Fue difícil curar las heridas”
¡Se ríe de cuñadita!
Tula Rodríguez tomó con buen humor la presencia de su cuñadita Marielena Carmona en el set de Gisela Valcárcel.
Dijo que Marielena era libre de asistir donde quiera y no le preocupaba en absoluto que Gisela se vanaglorie de seguir en el corazón de la familia Carmona, pues su relación con Javier sigue viento en popa.
La “Peludita”, además, no tuvo el menor reparo en llamar sacolargo a su “Mongo”, durante la animación del aniversario de Bella Luz.
“Que se porte bonito, yo siempre estoy chequeando el material”, manifestó.
Con muy buen ánimo, Rodríguez se la agarró con una bailarina de la orquesta norteña, llamada Gisela.
“Hola hermana, a ver dame un abrazo, sabes que te quiero mucho. Sé que eres una buena bailarina, pero yo te gano hija”, comentó eufórica. Acto seguido, ambas se movieron con un reggaetón. “Hermana se nota que tú te mueves mejor, pero espera que agarre forma y verás cómo te gano otra vez (risas)”, añadió la ex vedette.
Tula no desaprovechó la ocasión para brindar con cerveza por los hombres fieles, aludiendo a su pareja.
Jueza se hizo lipo y compró carro
La ex secretaria del 37 Juzgado de Lima Margaret Huamán se reafirmó en su denuncia contra la jueza María Cabrera y remarcó que esta dio signos de riqueza luego de que dispuso el encierro de Magaly Medina.
“El cambio y la transformación (de la jueza) fueron evidentes. Se compró un auto Yaris después de la sentencia, pero no lo llevaba al Poder Judicial para evitar suspicacias y comenzó a vestirse con ropa y carteras de marca. Hasta su físico cambió, podría haberse realizado una operación estética”, aseguró entrevistada por Jaime Bayly.
Huamán, que fue ex brazo derecho de la jueza, aseguró que no puede precisar cuánto dinero le dieron envuelto en papel higiénico a Cabrera. “El fajo de dinero envuelto no lo podía ocultar en la mano y por eso se lo metió en la cartera”, añadió. Además, agregó que hasta setiembre del 2009, la familia de Paolo pagó a la jueza.
“Se estila que al momento de dar la sentencia se paga el 25% de una coima. El total se da cuando se ratifica la sentencia”, señaló.
Explicó que la sentencia de Cabrera fue en octubre del 2008, pero con las apelaciones y otros recursos se reafirmó la pena contra la “Urraca” recién en días previos a la reunión en la casa del presidente de la Corte Superior, José Vega Vega, en setiembre del 2009. Margaret no aportó ninguna prueba de su denuncia.
“Con tal de ayudar voy hasta al infierno”
Desenfadada como siempre y sin cargos de conciencia que la intimiden, Mariella Zanetti aseguró que no tendría problema en visitar el penal Piedras Gordas como artista o conmovida por algún caso humano.
Pese a que ahí se encuentra recluido “Turbo”, con quien insisten en vincularla.
“Con tal de ayudar yo estoy dispuesta a ir a todos los lugares. Me gustaría visitar a las chicas de Santa Mónica, a mis amigos de Lurigancho. Incluso a Piedras Gordas iría. El que nada teme nada debe”, expresó Zanetti que ayer debutó como locutora radial en La Mega.
La morocha dijo sentirse satisfecha por el éxito que obtuvo el personaje de “La Yuyu”en la miniserie “Matadoras”. “Estoy súper agradecida con el público”, remarcó.
Papá de Paolo mete juicio a ex secretaria
José Guerrero, papá de Paolo Guerrero, confirmó que enjuiciará a la ex secretaria Margaret Huamán Ponce por afirmar que él entregó dinero en varias ocasiones a la jueza María Teresa Cabrera.
“No permitiremos que nuestro honor y buen nombre sean mancillados, iremos hasta las últimas consecuencias contra esa mujer”, anunció.
Señaló que detrás de todo esto ve una mano de venganza para perjudicarlos a ellos, a la jueza y al presidente de la Corte Superior de Lima, César Vega Vega.
“No podemos hacer justicia por nuestras manos, para eso está el Poder Judicial”, explicó.
Recordó que si acudió a la OCMA fue para reclamar celeridad en el juicio y porque la jueza no actuó con mayor severidad contra Magaly, pues solo la sentenció a cinco meses de prisión.
Padre de Paolo Guerrero niega soborno a jueza María Teresa Cabrera y demandará a su ex secretaria
El padre de Paolo Guerrero pidió a la prensa actuar de manera imparcial y ecuánime para evitar dañar emocionalmente a su hijo.
“Rulito” Pinasco: “Al Fondo Hay Sitio es un fenómeno de la televisión”
Finalmente, Pinasco bromeó con la posibilidad de continuar haciendo morir a las figuras principales de “Al Fondo Hay Sitio”, fórmula con la que han vuelto a encabezar las listas. “Si vamos a seguir matando personajes, no lo sé… Pero estamos pensando matar periodistas”, ironizó.
José Mariño: “Todos tenemos un lado oscuro”
José Mariño, se describe como luchador y se siente provinciano. Admite que algunas veces, cuando se enoja explota; pero trata de mantenerse tranquilo.
Tiene más de veinte años haciendo periodismo, ¿no se aburre?
-Es mi pasión. Tuve un conflicto con mi padre porque decidí ser periodista y no médico. Me dijo “si quieres ser periodista tú te las verás”. El referente que tenía del periodista era de provincia, “coimero”, “extorsionador”. Mi papá fue administrador bancario.
¿Fue duro para usted?
-Sí, porque en Lima tuve que dedicarme a la venta ambulatoria por dos años y medio para pagarme la carrera en la universidad San Martín. Vendía libros casa por casa o café tostado que me mandaba mi abuelo de Satipo.
Nació en Lima pero vivió en Satipo desde los 21 días de nacido hasta su adolescencia, ¿se siente provinciano?
-De alma. Lima siempre fue una ciudad extraña y agreste para mí. No me siento limeño. Creo que me marcó el hecho de trabajar como ambulante porque yo me perdía, no sabía dónde estaba, en esa época no había combis. El café lo vendía en el centro de Lima, y los libros en San Isidro, Miraflores o San Borja. Felizmente me fue bien.
¿Esa experiencia le generó rabia?
-No, angustia, tenía temor de que me asaltaran y perder lo que había vendido. La ciudad para mi fue adusta. En ese momento la relación con mi papá fue conflictiva pero ahora es muy buena. Mis padres están vivos, juntos y siguen en la provincia.
¿Hoy viviría fuera de Lima?
-Si pudiera trabajar en provincia en las mismas condiciones laborales que acá, me iría con mi familia. Tuve una niñez y adolescencia sanas porque viví en Satipo, Tarma y Chanchamayo. Yo andaba en la calle en bicicleta o moto, sin mayor peligro. Me gusta mucho la naturaleza, el sol. No me agrada el frío.
¿Es buen papá?
-No lo sé, procuro serlo todos los días porque no es fácil; pero si algo le puedo asegurar es que a mis hijos los quiero mucho… (Se le quiebra la voz)…mucho… son mi vida.
¿Tiene cargo de culpa?
-No, no, no. Ellos han entendido que el tiempo que no estoy con ellos es para su beneficio también. Yo trabajo en función a mi familia, no soy soltero. Y lo han asimilado bien.
¿Y su pareja?
-También. Cuando salió embarazada trabajaba en un medio escrito, y tomamos la decisión de que se dedicara a los chicos y que yo asumiera la responsabilidad económica en mantenerlos. Es lo que hasta ahora hacemos.
¿Es difícil para un hombre hacerse cargo de su hogar?
-Para un hombre como para una mujer…
Pero el mandato social todavía es que ustedes se hagan cargo…
-No me siento cargado por eso, cada uno cumple su rol. Ella administra el dinero, yo no se hacerlo. Sólo me quedo con cien lucas. Es extraordinaria, ella está criando un par de chicos inteligentes, libres y honestos.
En estos tiempos no es común…
-No, pero nos ha costado. Hemos tenido momentos críticos económicamente, y también le ha costado no ejercer más el periodismo, obviamente. He tenido que ayudarla para que no se sienta mal por eso. Tenemos quince años de casados.
¿En el trabajo también comparte?
-Si y no. A veces pienso que si no lo hago yo, otro no lo va hacer bien. Tengo eso. Pero me gusta trabajar en equipo también. Uno aprende a delegar. El periodismo es un trabajo en equipo.
Le formulo nuevamente la pregunta inicial ¿no le aburre el periodismo?
-Después de veinte años, claro, los políticos tienen el mismo rollo; a veces me cansa pero lo asumo como una experiencia de vida porque las satisfacciones que me da son mayores, como ayudar a la gente en solucionar un problema concreto.
¿Le parece que el periodismo social es un periodismo político?
-Hay un nexo, porque si hay un problema social es porque existe una desatención del Estado.
¿Qué aprendió como director periodístico?
-Tener un manejo informativo completo y complejo, y estar a cargo de setenta y cinco personas. Me dio la satisfacción de organizar todo, al equipo, las noticias. No estaba quieto. Fue una vorágine. No me estresó, pero a veces me molestaba atender llamadas de la oficina cuando almorzaba o cenaba con la familia. Pero tenía que hacerlo.
¿Tiene un “lado oscuro”?
-Todos tenemos un lado oscuro (risas) pero procuro no tenerlo, mis demonios los tengo bien encerrados. Soy una persona pacifica, pero cuando me llega algo me enojo, reviento y generalmente lo hago mal.
Es violento…
-No lo soy, es hartazgo. No se odiar por fortuna, ni envidiar. No enveneno mi alma con rencores ni resentimientos. Si alguien me hace daño, lo perdono.
¿Ya perdonó a Genaro Delgado Parker?
-Ya volteé la página, para mí ya pasó. La vida se encarga de pasar la factura. No soy un tipo mala leche.
¿A qué le tiene miedo?
-A que les pase algo malo a mis hijos.
Su apellido materno es húngaro, ¿ha heredado algo de esa cultura?
-Tengo el temperamento de mi abuelo materno, Andrés. Él si era húngaro-rumano. Aprendí de él a no tenerle miedo a quien es poderoso o cree serlo. Y eso me sirvió en la larga batalla que sostuve con la administración anterior.
¿Qué recuerda de su abuelo?
-Llegó al Perú con sus padres y hermanos a los 9 años, antes de la segunda guerra mundial. Dejó de hablar el húngaro y aprendió el asháninka porque se fueron a la selva central, debido a la muerte de su padre, para acogerse al programa de repoblamiento que impulsó el presidente Augusto B. Leguía. Viajaron y en el camino su hermana murió de neumonía. Él, su hermano y su mamá se quedaron. Fue muy luchador. Hasta ahora está en pie la casa que construyó con sus propias manos. Siento orgullo de él.
¿Se siente luchador?
-Creo que lo he heredado, a mi abuelo nunca lo vi derrotado.