Christian Domínguez confesó que ‘Mi amor, el wachimán’ lo acercó más al público y hoy disfruta del éxito.
“No hay primera sin segunda”, reza un viejo adagio popular y Christian Domínguez lo sabe, pues la segunda temporada de “Mi amor, el wachimán” sigue manteniendo la popularidad de la primera edición. El actor asegura que este personaje lo “acercó” más al público y que los “guachimanes” en la calle le dicen: “hola, colega”. Cuenta que el verdadero novio de María Grazia Gamarra, Juan Carlos Rey de Castro, trabaja con ellos y no se pone celoso por las escenas románticas.
¿Cómo definirías la etapa que atraviesas?
Estoy en una gran etapa en mi carrera de actor, y estoy feliz por eso, aunque cuesta mucho. Es más sacrificado de lo que se pueden imaginar. Creo que merecemos el éxito que tenemos ahora por todo lo que se está trabajando, es una sacada de mugre diaria. Después de trabajar tanto, Dios nos recompensa.
Haces música, actúas y también estás en un reality. ¿No tienes miedo que tu imagen llegue a saturar un poco?
Mi temor siempre ha sido saturar a la gente, por eso trato de ser perfil bajo, que mis compañeros se sigan desarrollando también. Una de las cosas que he aprendido bien es que “el que mucho abarca, poco aprieta”.
¿Piensas dejar alguna de tus facetas?
No me separaría de la música, porque es algo que me permite ser feliz. Nunca ha sido mi sueño ser solista. Aunque ahora definitivamente voy a descansar un poco de la actuación, terminando de grabar esta novela.
¿Te seduce la idea de salir al exterior?
Me gustaría emigrar al extranjero, pero actuando antes que conduciendo o cantando. Christian Meier es nuestro referente peruano de galán. Como peruano, sí me gustaría seguirle los pasos.
¿Se pone celoso el novio de María Grazia cuando graban las escenas de romance con ella?
No hay ningún problema con su novio. Es un gran tipo, siempre es muy buena onda. Siempre he escuchado los mejores consejos de su parte, y también me ha felicitado. Él está orgulloso de todo lo que María Grazia está avanzando.
¿Qué te dicen los verdaderos guachimanes?
Me dicen “colega”. A cada rato me topo con ellos, porque la historia está hecha en base a ellos, para que la gente sepa que el trabajo de ellos es importante, pero a veces no es muy bien remunerado.
¿Ha cambiado la percepción que tenías de ellos?
Por supuesto, ahora sé lo sacrificada que es su chamba. A veces hay que hacer turnos largos de madrugada.
Tu popularidad ha crecido y seguro que ahora las fanáticas se acercan más. ¿Cómo lo tomas?
Muy rara vez estoy de mal humor, no soy malhumorado. Y porque me decidí por esta carrera, sé que no debo ser malhumorado y siempre tengo que tener una sonrisa.
¿Hay planes de tener un hijo más (con su novia Vania Bludau)?
No está en mis planes ahora, tengo una hija, y no tengo planes todavía para ser papá y tampoco casarme. Ya se dará poco a poco.
¿Sientes que el personaje te ha lanzado al estrellato?
Al wachimán le agradezco mucho. Creo que es el personaje más difícil que me ha tocado hacer, y pienso que me ha acercado más al público.
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Fuente: Diario Trome
Después de dos años de separación y un año de trámites de divorcio, finalmente la guapa bailarina dejó de estar casada con el deportista.
