Músico inglés se presentó en Lima ante cerca de 10 mil personas. Ofreció un repertorio equilibrado entre sus temas en solitario y los clásicos de The Smiths y ofreció varios mensajes para la reflexión
Como quien tira del telón para descubrir un acto de magia, la noche fue descubriendo uno a uno a los efebos que acompañarían al coreuta mayor. La incredulidad dio paso al regocijo, la angustia al asombro, el sueño a la realidad más palpable. El momento había llegado, finalmente estabas allí parado con el alma en la mano, junto a miles de individuos compartiendo la misma condición emocional, a la espera de la aparición del gran mago mancuniano. Sin embargo, el acto ilusorio había empezado una hora antes.
Diez minutos después de las ocho de la noche, Kristeen Young dio inicio al recital con una muestra de sus mejores canciones. La estrambótica cantante de Missouri solo se bastó de un teclado y una laptop para crear sus disonantes melodías en clave de freakpop, a las que añadió su innegable talento vocal que a pesar de la minimalista propuesta, destilaba ferocidad y pasión como la Bjork de sus primeros discos.
Hace solo seis años atrás nadie hubiera vislumbrado la imagen de Steven Patrick Morrissey saliendo por una de las puertas del aeropuerto Jorge Chávez. De tanto añorar su llegada, hablar de una posible presentación se había convertido en un chiste cruel. ¿ Morrissey en Lima? Naaa, qué va. Y sin embargo estábamos aquí, frente a un modesto escenario, compartiendo el aire fresco y la ansiedad, como niños esperando ver el gran acto de magia.
De manera inusual, el ilusionista nos daría pistas de su gran acertijo. Con puntualidad inglesa, a las nueve de la noche se proyectaron sobre el telón una serie de videos musicales que conforman claramente el imaginario del ex cantante de The Smiths: Shocking Blue, The Sparks, Brigitte Bardot, The New York Dolls, entre otros, revelaron el gusto de ‘Mozz’ (como lo llaman cariñosamente) por la música hecha en los 60 y 70. Bandas y cantantes con una sola en común: la actitud escénica y una voz particular.
Cayó el telón. Desapareció el tiempo. Se abolieron las esperanzas. Allí estaba él, con su camisa negra semiabierta, su crucifijo de buen cristiano, un jean grisáceo y el cabello entrecano, con el mismo peinado de sus primeras presentaciones con The Smiths, aquella legendaria banda de Manchester que aún hoy sigue resonando con vitalidad.
Allí estaba él, el gran mago, el activista político, el vegano impenitente, el provocador que pudo cantar que la reina estaba muerta en plena era Thatcher. Escudado por sus cuatro músicos ataviados solo con una ropa interior amarilla, además de su director musical y guitarrista, Bozz Boorer, vestido de mujer como el personaje de Pink Flamingos, Morrissey desató la música con la potente “First Of The Gang To Die”. El público estaba en shock. Las cerca de diez mil almas que acudieron al Jockey Club no podían creer lo que estaban viendo. “You Have Killed Me”, “Black Cloud”, “When Last I Spoke To Carol” y la animosa “Alma Matters” cerraron la primera parte del concierto dedicado a sus primeros discos como solista.
A estas alturas el público seguía ensimismado, desearía creer que la impresión fue demasiado fuerte, pero la realidad es que aún no nos acostumbramos a liberar el espíritu como se hace en un concierto de estas magnitudes. Aún más con la amable cercanía y entrega de Morrissey con su público, con su emotividad al confesarnos que se sentía feliz de estar en The City of Kings. “Sheila Take a Bow”, fue la primera canción de su ex banda que regaló para la nostalgia. El gran coreuta estaba feliz y no tuvo mejor forma de expresarlo que saludando en castellano y jugando con una bandera del Perú. “Everyday Is Like Sunday”, la canción más coreada de la noche, la que produjo las primeras lágrimas, fue el advenimiento de la segunda parte del show con canciones como “Speedway”, “You’re The One For Me, Fatty”, “I Will See You In Far-Off Places”.
Otra canción de The Smiths, “Meat Is Murder”, fue la excusa para mostrar su activismo en contra de la matanza de animales, con un video que mostraba la forma despida cómo se culmina, de manera industrial, la existencia de pollos, vacas, cerdos, etc. Morrissey es vegano desde que era niño y aunque no le guste la carne, sí que siente placer por la piel. Como la de sus músicos semidesnudos, como la de las manos de la gente que saludaba una y otra vez en el concierto, como los rostros sonrientes que lo aguardaban fuera de su hotel ayer, cuando decidió salir a saludarlos para luego jugarse una partida de bolos y luego enrumbar a un conocido restaurante de pastas.
“Ouija Board, Ouija Board”, “I Know It’s Over”, “Let Me Kiss You” y “There Is A Light That Never Goes Out” conformaron el momento más emotivo de la noche, aquel en el que las parejas se abrazan, las fanáticas lloran, los menos comprometidos se van al baño y los nostálgicos disfrutan en silencio. “I’m Throwing My Arms Around Paris”, “Please, Please, Please Let Me Get What I Want”, “How Soon Is Now?” nos devolvió al Manchester de los 80, al programa “Top of the Pops” donde se presentó por primera vez un joven Morrissey, a las encendidas locuciones del visionario DJ Jhon Peel que vio antes que nadie (incluso que el mismo Tony Wilson) la calidad musical de The Smiths.
Una hora y media después, Morrissey y compañía abandonaban el escenario para volver a la carga con la última canción de la noche: “One Day Goodbye Will Be Farewell”. El mensaje fue claro: “Good times for a change”. Emotivo, intenso, sensual, cálido e impetuoso: Morrissey no es el primer Smith en llegar a Lima (el bajista Andy Rourke se presentó el año pasado en la ciudad), pero sí el primero en causar tal conmoción. Tal vez es cierto lo que dice, son buenos tiempos para el cambio. Pensemos en eso.
SETLIST
1. “First Of The Gang To Die”
2. “You Have Killed Me”
3. “Black Cloud”
4. “When Last I Spoke To Carol”
5. “Alma Matters”
6. “Sheila Take a Bow”
7. “Everyday Is Like Sunday”
8. “Speedway”
9. “You’re The One For Me, Fatty”
10. “I Will See You In Far-Off Places”
11. “Meat Is Murder”
12. “Ouija Board, Ouija Board”
13. “I Know It’s Over”
14. “Let Me Kiss You”
15. “There Is A Light That Never Goes Out”
16. “I’m Throwing My Arms Around Paris”
17. “Please, Please, Please Let Me Get What I Want”
18. “How Soon Is Now?”
Encore:
19. “One Day Goodbye Will Be Farewell”
Fuente: El Comercio