La cantautora mexicana ofrecerá un concierto el próximo 3 de setiembre en el Polideportivo de la Pontificia Universidad Católica.
Mientras que en el circuito hollywoodense se discute quién podría ser una digna heredera de Madonna, en Latinoamérica Julieta Venegas gana, por varios cuerpos, el estandarte femenino del pop. Sin prejuicios ni complejos musicales, la mexicana conquista con sus temas a la crítica especializada y a los oyentes de la FM.
Lejos de los artificios de un artista mediático, Julieta, con un ‘look’ sobrio y sin poses, desarrolla su carrera apoyada en su talento musical. Cinco promocionados discos de estudio y un celebrado ‘unplugged’ constituyen la propuesta de la cantautora que retorna a Lima después de siete largos años (sus fanáticos así lo consideran) para agitar el próximo 3 de setiembre el Polideportivo de la PUCP.
“La verdad es que ha pasado un buen rato. La última [y única vez] fue en el 2004. Estoy encantada de volver. Han pasado varios discos, varias giras, varias cosas. Por eso es lindo regresar. Lima tiene algo especial, la gente es muy apasionada, muy buena onda, muy entregada. En Twitter me escriben muchos seguidores peruanos que me piden que los visite. Las redes sociales me ayudan para saber de la buena onda que hay allá”, comenta la artista por el teléfono.
A lo largo de su carrera, Julieta, quien llega como parte de la gira de su último álbum “Otra cosa” (2010), ha convivido con diversas propuestas sonoras. Hoy, ese eclecticismo que la llevó a pararse en el escenario junto a artistas como Diego Torres, Paulina Rubio o Enrique Bunbury, parece dirigirse a la consolidación de un estilo propio. “He hecho de todo. Pero ahora estoy en un lugar donde soy más selectiva. Si colaboro con alguien es porque lo admiro muchísimo o es un amigo, pero ya no soy tan curiosa”, refiere.
Si bien es con la publicación de su disco “Sí” (2003) que abraza el éxito comercial, ya desde los inicios de su obra se notaba un interés por la exploración continua. Julieta siempre buscó sonar a algo nuevo. Que “Lento” y “Andar conmigo” alcanzaran los primeros lugares de los ‘charts’ no le hizo creer en una fórmula, sino que la motivó en su búsqueda musical. “Cada disco me lleva en una dirección determinada y me da una nueva visión de las cosas”, señala.
Julieta se emociona al hablar de Simona, su pequeña hija que en pocos días cumplirá un año. “Quedé embarazada cuando hacía el disco. No era un momento en el que podía desconectarme de todo, así que me propuse integrar a mi hija a la gira y así pasó sin ningún problema”, cuenta.
La talentosa artista, virtuosa del acordeón, promete corresponder a la expectativa generada por sus fans. Más de uno espera que estos siete años sin ella no se vuelvan a repetir.
Fuente: El Comercio