Dannika, una pequeña de 10 años de origen humilde, convivió con la cantante de soul en su estancia en la isla de Santa Lucía.
La desaparecida cantante británica Amy Winehouse estaba en el proceso de adopción de una niña de la isla de Santa Lucía.
Dannika Augustine, una pequeña de 10 años criada en condiciones muy pobres, iba a convertirse en la hija de Amy Winehouse, pues antes de la muerte la cantante estaban en trámites de adopción. Ambas se conocieron durante una larga estancia en la isla caribeña de Santa Lucía en 2009.
Tras haber sido informada sobre la muerte de Amy, Dannika expresó: “Prácticamente era mi madre. La iba a llamar mamá y ella iba a llamarme hija. Ella me cuidó y lo pasamos muy bien. Yo la amo y ella me amó. Era la persona más increíble que he conocido y me hacía mucha ilusión vivir con ella en Londres o aquí en Santa Lucia. ¡No puedo creer que se haya ido para siempre! Esto es lo peor que me ha pasado en mi vida”.
En una entrevista para el diario británico, “Sunday Mirror”, la abuela de Dannika, Marjorie Lambert, dijo: “No sé por qué Amy se fijó precisamente en Dannika de entre todos los niños de esta isla, pero desde el momento en que se conocieron, se hicieron inseparables”.
Añadió que Amy quería tener un hijo y si no hubiera muerto, habría ido a Santa Lucía para acabar los trámites de adopción.
La abuela comentó que la madre de Dannika, Nadia Germaine, estaba dispuesta a dar a su hija menor en adopción porque apenas podía criarla ella sola. Su marido, que está en Alemania, también fue consultado sobre una posible adopción.
“NO TOMABA DROGAS”
Marjorie aseguró que tuvo comunicación con Amy semanas antes de su muerte, se pondrían de acuerdo para ver cuándo haría su próximo viaje a Santa Lucía, el cual tendría lugar en agosto.
“Su voz sonaba débil y deprimida. Me preguntó cómo estábamos y pidió que le dijera a todos que regresaría muy pronto a la isla. La esperaba para la próxima semana. No puedo creer la noticia de su muerte.
“En Santa Lucía era mucho mejor persona que en el Reino Unido, aquí no tomaba drogas y era simplemente normal. Nunca me preocupé de que pudiera ser una mala influencia para Dannika”, señaló la abuela.
La estancia de Winehouse en Santa Lucía comenzó a finales de 2008, donde se le vio más repuesta, aunque después reiniciaron los escándalos ya que apareció con cerveza en mano y tomando el sol en topless.
Fuente: El Comercio