En su presentación,hizo un recorrido por diversos géneros musicales y un repaso de los temas grabados en sus 50 años de vida artística
Las enormes cortinas del Teatro Municipal de Lima se abren, las luces del escenario se atenúan, la Orquesta Sinfónica del Perú ocupa su lugar. El momento ha llegado. Un potente timbre anuncia que un gran e inolvidable espectáculo está por comenzar.
Son las 8:00 p.m. Precedida de un total silencio, Tania Libertad hace su ingreso al escenario luciendo un elegantísimo vestido. El público la mira ansioso. Ella no se hace esperar. Se ubica en el centro del escenario, coge su micrófono, e interpreta a capella el popular tema “Canciones y momentos”, de Milton Nascimento. Su voz es la protagonista de la noche y ella lo sabe.
Las más de 1.200 personas que acudieron al espectáculo de la Embajadora Iberoamericana de la Cultura no dejan de aplaudir su talento. El show apenas comienza y Tania ya tiene al público en sus manos. Los atrapó con su arma más potente: su voz. Aquella voz que la ha llevado a conquistar las mejores salas de conciertos en los más importantes festivales del continente americano, Europa, parte de África y Oceanía; aquella voz que la hace única y admirada.
La última vez que Tania cantó en escenarios peruanos fue en 2010 y la última vez que lo hizo en el Teatro Municipal fue hace más diez años. Ella los recuerda con nostalgia, pero no los reclama. Se limita a disfrutar de su nuevo encuentro con el público peruano, con aquel público que la admira, que la aclama y que se siente orgulloso de que tanto talento sea peruano.
“Tengo demasiada emoción, no se imaginan lo que significa para mí pisar nuevamente este escenario…. Hace muchos años yo daba conciertos en este teatro y cuando lo vimos destruido canté para recaudar dinero y reconstruirlo. Para mí es muy importante estar aquí cumpliendo 50 años de cantante”, comentó, para luego interpretar “Gracias a la vida”.
En su presentación, Tania hizo un recorrido por diversos géneros musicales y un repaso de los temas grabados en sus 50 años de vida artística, pasando por la música criolla y las rancheras. Interpretó además temas de Joan Manuel Serrat, como “Fiesta”. De Juan Gabriel cantó “Costumbres” y de la no menos talentosa Chabuca Granda interpretó “Me he de guardar”.
Un extenso repertorio musical conformado por más de 30 canciones hizo inolvidable el espectáculo de la prodigiosa cantante peruana. Luego de un sustancioso popurrí de valses peruanos llegó “Mi amor”, “Razón de vivir”, “Sin la luna”, entre otros temas.
Cuando le tocó el turno de cantar “Me he de guardar”, de Chabuca Granda, señaló: “Muchas gracias a esas grandes mujeres, a esos grandes personajes que me enseñaron mucho en la vida. Una de ellas fue Chabuca”.
Se acercaba el final y Tania tenía preparada una sorpresa. Era el turno de interpretar “Ave María” de Franz Shubert, no sin antes emitir un humilde y alentador mensaje: “Si los cantantes de ópera cantan temas populares por qué los cantantes populares no podemos cantar música erudita”, dijo.
El público respaldó su improvisado discurso aplaudiéndola de pie.
Le tocó el turno a “D.L.G”, de Fito Páez. Tania debía irse y así lo hizo. Se despidió de su público, pero este no estaba dispuesto a dejarla ir tan fácilmente, así que empezó a corear su nombre. Ante tanta insistencia, Tania regresó para cantar como despedida “Fina estampa”, también de la grandiosa Chabuca Granda. Culminó con un célebre tema de Félix Luna “Alfonsina y el mar”.
Tania lo dejó todo en el escenario. Dio lo mejor de su extensa carrera musical. Y se fue entre aplausos con la firme promesa de pronto regresar.
Fuente: El Comercio