Aunque se hicieron extrañar varios singles, la banda de Boston demostró una vez más que 40 años de carrera no pasan en vano.
La banda liderada por Steven Tyler nuevamente dio cátedra de lo que es hacer buen rock. Los limeños fuimos alumnos, y los maestros se lucieron en el escenario, haciendo lo que mejor saben hacer: rockear.
La pasada noche del 22 de octubre, el Estadio San Marcos con más de 30 mil almas a cuestas, fueron testigos de uno de los regresos más esperados y más comentados de todo el 2011. Aerosmith pisó estas tierras para cobrarse la revancha y para devolverle a los peruanos el gustazo de verlos tocar nuevamente en vivo.
¡EMERGENCIA GENERAL!
El concierto arrancó con pie derecho cuando la poderosa banda nacional de post grunge, Emergency Blanket, demostró porque es una de la agrupaciones rockeras más importantes de nuestro país y por qué al premio obtenido en los People’s Music Awards (2010) en Inglatera, lo tienen bien merecido.
Tal y como lo hicieran con Faith No More y Stone Temple Pilots, los liderados por Paco Holguín tocaron sus temas más populares como No passenger, Warkaman the Quechua, Rusted, entre otros de su disco ‘Combi + Nation’, llevándose la admiración del público, que aguardaba impaciente por ver la melena alborotada y los carnosos labios de Steven Tyler en escena.
Y LLEGARON LOS MALOS…
Minutos pasados las 9:30 de la noche, un traslúcido telón negro marcaba la hora cero del show de los ‘Chicos malos de Boston’. Tras una breve introducción, los dinosaurios del hard rock hicieron su primera aparición con la canción ‘Draw the line’. “Buenas noches Lima”, gritó Steven Tyler con su característico chillido de guerra.
Los gritos no se hacían esperar, y antes de que podamos tomar aire, ‘Same old song and dance’ ya sonaba en los altoparlantes. En un enorme escenario, ornado de luces, efectos, pantallas LEDs de útima generación y un bridge que llegaba hasta la mitad de la primera zona, Aerosmith continúo la apotéosica noche con ‘Mama Kin’.
DESDE LOS OCHENTAS CON CARIÑO
El público, en su mayoría sorprendido por la cantidad de canciones de antaño que tocaba la banda, comenzó a estallar en histeria cuando los rockeros iniciaron con el pegajoso ritmo de ‘Dude (Looks like a lady)’. Siguieron ‘Eat the rich’, ‘Chip away the stone’, ‘One way street’ y ‘Living the edge’, que llegaban desde la discografía más antigua y rebuscada de la banda. *Sólo para conocedore*s.
Cabe destacar que, al momento de su solo, Joey Kramer demostró que para pegarle a los tambores no son indispensables las baquetas; fue por ello que, junto a Tyler se animó a interpretar redobles tamboriles – que aunque nada sorprendentes – terminaron con el percusionista dando tumbos con las manos y la cabeza, desatando un estruendoso grito de los fanáticos.
El show continuó con ‘Rag doll’ y la esperada ‘Amazing’. El momento feeling llegó con ‘What it takes’ para luego dar paso a ‘Last child’. Lima sacó el Kleenex con ‘Crying’ y luego Joe Perry se animó a cantar ‘Stop Messing Around’, un cover de Gary Moore.
LA DULCE EMOCIÓN DEL REENCUENTRO
Había transcurrido una hora y media desde el inicio de la presentación. El público estaba ávido de más, pero tristemente todo tiene su final y los rockeros no pudieron elegir mejores temas para despedir la noche: los clásicos ‘Sweet emotion’ y la megainfernal ‘Walk this way’ sellaban una noche en la que el buen rock otra vez fue el protagonista.
Aunque muchos se quedaron con las caras largas, luego de esperar populares temas como ‘I Don’t wanna miss a thing’ (quizás la más esperada de la noche, que nunca llegó), ‘Hole in my soul’, ‘Pink’, ‘Angel’ o ‘Crazy’, la algarabía de habernos reencontrado con una de las mejores bandas de rock del planeta no nos la quita nadie.
Steven Tyler lo hizo otra vez. Se metió el público al bolsillo, encandiló la noche con sus frenéticos movimientos, nos hizo vibrar con sus chillidos y quiebres de voz imposibles, pero por sobretodo, le regaló a todo un país – junto a su banda – una energizante velada que saturó de rock nuestros oídos y llegó hasta los más alejados confines del recinto universitario. Después de esto, creo que muchos ahora podrán morir en paz.
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Fuente: Peru.com
Además de citar al Perú en sus canciones y de grabar su video más ambicioso en Cusco, Ica, Lima y otras ciudades, el cantante boricua sigue conectado con nuestro país.
