Para los cantantes peruanos Jean Paul Strauss y Damaris es imposible olvidar el momento en que se enfrentaron al ‘Monstruo’ de la Quinta Vergara, y peor aún, el instante en que el jurado anunció su triunfo como mejor intérprete. Ambos coinciden en señalar que cuando los recuerdos de aquella noche llegan a su mente, las pifias del adverso público de Viña del Mar, también se hacen presentes.
Cuando la noche de ayer la representante peruana en la competencia internacional de Viña del Mar, Leslie Shaw, subió al escenario por primera vez, se escucharon algunos silbidios y tibios aplausos. Dicha situación, según Jean Paul y Damaris es común en un festival de la envergadura de Viña del Mar.
DAMARIS GANÓ EL 2008 UNA GAVIOTA
El 2008, Damaris hizo flamear la bandera peruana en el Festival de Viña del Mar al ganar la gaviota de plata, en la competencia folclórica, con el tema “Tusuy Kusun”, que en quechua significa “bailemos”.
Aquella vez, Damaris asegura que también recibió pifias, las que fueron desapareciendo a medida que avanzaba su participación. “Siempre pifean, sobre todo a los participantes peruanos y argentinos, pero en mi caso, me pifearon al principio, al final se quedaron callados”, explicó.
“Para nadie es una sorpresa que el público de Viña del Mar es hostil, por eso hay que ir preparados. A un argentino lo pifiaron de principio a fin, y encima su canción era acústica, él siguió cantando, pero me imagino que debió ser difícil”, remarcó.
De otro lado, precisó que al igual que Leslie, el jurado no le mostró la calificación que le otorgó. Aclaró que el año en que participó eso no se estilaba.
“A mí no me dieron mi puntaje, aquella vez a nadie le daban. Sin embargo gané. No sé cómo será ahora, no sé si ahora te dan el puntaje”, subrayó.
JEAN PAUL VÍCTIMA DE IRREGULARIDADES
De otro lado, Jean Paul Strauss, quien el 2004 ganó una gaviota de plata a mejor intérprete en la competencia internacional, señaló que las pifias y los tibios aplausos siempre prevalecen en Viña del Mar.
“Tengo la suerte de haber participado varias veces en el festival y siempre hay pifias porque son parte del juego. A la gente no le importa aplaudir y ver a los competidores, le importa ver a los artistas, a Sting, Ricky Martin… y la culpa de eso la tienen los propios organizadores, que dejaron de darle a la competencia la importancia que merece”, destacó el cantante.
Recordó también que la primera vez que se presentó en Viña del Mar y estaba como favorito para ganar la competencia, un empresario discográfico, de forma ilegal, le arrancó el triunfo de las manos.
“La primera vez que fui, en 1994, estaba favorito para ganar. Los integrantes del jurado cuando me encontraban en el hotel me decían que ganaba, pero por cosas que pasan no gané. El dueño de una disquera chilena me dijo que no podía ganar si no me pasaba a su disquera y como no me pasé, perdí. Ese señor pesaba en el evento porque había llevado a conocidos artista. Practicamente era él el encargado de elegir al ganador, no el jurado”, subrayó.
Fuente: El Comercio