Asimismo, señaló que “lo que me mató” fue que no pasara con su hijo el Día del padre y que organizara una fiesta en la casa que ella misma decoró para que sea su nuevo nidito de amor.
Tras cinco años de convivencia, Melissa Klug, pareja de Jefferson Farfán, confesó que el futbolista le fue infiel. No obstante, lo perdonó porque lo amaba. Esta vez, la joven chalaca no está dispuesta a pasar por alto los desaires del futbolista, ya que no solo le atañen a ella, también a su menor hijo, a quien el jugador no visitó en el Día del padre.
“Hace mucho tiempo, en unos de mis viajes, me contaron que él estaba llevando a otras mujeres. Descubrí que me engañaba y lo perdoné porque lo amaba, fue una gran traición que preferí guardar. […] Si quiere que todo el Perú se entere de que soy “cachuda”, que me haga a mí todo lo que quiera, pero que no se meta con mi hijo”, detalló Klug en entrevista con “Día D”.
Y es que el delantero del Schalke 04, no visitó al pequeño Adriano en el Día del padre, quien en el nido le había preparado un regalito especial, el mismo que tuvo que guardárselo porque el futbolista nunca llegó a su encuentro.
“Tampoco fue al colegio para ver a su hijo actuar. Le avisé a través de mensajes de texto que Adriano iba a actuar, pero no le importó, nunca asistió. Eso fue algo que me mató y que me dolió más que haga 30 mil fiestas”, contó Melissa.
Sobre la comentada reunión que Jefferson organizó junto a otros futbolistas en su lujosa casa de Rinconada de Lago, y en la que Klug no figuraba como invitada, la joven chalaca aseguró que lo que más le dolió fue que el futbolista congregara a sus amistades en el lugar que iba a ser su nuevo nidito de amor.
“Yo estuve todos los días ahí pendiente de cada cosa que hubo en esa casa. No me parece justo lo que hizo, no me valoró, no me respetó. Su entorno me dijo un montón de cosas, como que hubo mujeres y trago. Pero lo que más me dolió fue que no respeetara la casa donde íbamos a vivir su hijo y yo”, precisó.
“Y es cierto que estoy pidiendo un porcentaje de lo que gana (30% del total de sus ingresos). Y no lo hago porque soy una abusiva, lo hago porque he estado siete años con él y mi hijo está acostumbrado a un cierto estilo de vida que no debe perder por un problema de adultos. Lo único que estoy pidiendo es una casa a nombre de mi hijo”, remarcó.
Según Melissa la humillación que sufrió le abrió los ojos. Y mientras pide 100 mil dólares mensuales, el futbolista tiene otra propuesta, más austera: 1.800 dólares al mes.
“Lo quiero, todavía lo amo, pero con todas estas cosas que hace va matando el amor. Lo que hemos construido en todos estos años lo está terminando”, subrayó.
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