Es odiada por muchos, pero al mismo tiempo seguida por otros tantos. Tula Rodríguez es consciente de que levanta sentimientos encontrados. Sin embargo, no se hace problemas mientras le sigan lloviendo contratos y su cuenta bancaria siga aumentando.
Una llamada interrumpe nuestra conversación. Una agencia de viaje le pedía confirmar su pasaje aéreo, así como el de los hijos de Javier Carmona rumbo a Bolivia para recibir la Nochebuena juntos. Tula nos pide más tiempo y de inmediato le timbra al exgerente de canal 2, quien le da las indicaciones correspondientes. A lo que ella responde: “okey, Javier, te mando un chape”.
– ¿Terminas el año siendo querida y odiada?
Dicen que hay un Facebook que me odia y hay otro que me ama. La gente se pelea por mí. (Risas) Levanto sentimientos. Un beso a la gente que me sigue. Sigan viendo Mega show y que sepan que lo más importante es el amor de la familia.
–¿Fue tu primera Navidad con Javier?
El año pasado la pasamos juntos, pero al día siguiente nos fuimos a visitar a mi mamá y a su mamá. Ahora es diferente, porque es la primera que no voy a estar en el Perú.
Yo quería pasarla con todos acá, pero él me dijo: “mejor la pasamos solos como una familia. A tú mamá y mamá las amamos mucho, pero la cena tenemos que organizarla nosotros”. Y así fue.
–¿Tú llegaste a Bolivia a ordenar todo?
Sí. Tuve que hacer que Valentina duerma en la tarde para que en la noche se despierte. Mi mente estaba en otra por lo de mi hermana, pero fue una cena bonita y tranquila con los hijos de Javier con quienes tenemos una buena relación.
–¿Tu balance de este año?
Empecé a trabajar después de dos años del embarazo. Lo primero que hice fue animar eventos de huaino. Este año he tenido de todo un poco.
–¿El mejor momento?
Seguramente cuando gané el reality. Era decirme ¡lo logre! No bailaba hace muchos años y el reencuentro con el público fue lindo. El tema de eventos también me gustó mucho y cierro el año con un programa propio. No me quejo.
–¿Y el peor?
Cuando dicen que yo le digo algo a ella, a Gisela. La verdad no ando pensando en la señora. Discúlpame, pero los medios sacan del contexto o editan (lo que digo) de tal forma que efectivamente, le estoy diciendo algo a Gisela y no es así.
–¿Te volverías a juntar con la rubia?
Lo único que me interesa ahorita es estar bien con mi hija, ‘agendar’ en mi mente los momentos especiales con mi familia. Lo del encuentro con la señora no se me ha cruzado por la mente. Yo no sé lo que pueda pasar de aquí a uno o dos años. Lo único que busco todos los días es ser feliz y encontrar paz
–¿Muchos esperaban que Carmona te diera una patada en el trasero luego de dar a luz?
No sé si es envidia. Pero lo que sí entiendo es que vendería más que estemos peleados. O que salga y diga, sí pues, Javier es un tal por cual. No me equivoqué al escogerlo como padre de mi hija.
Cristiana evangélica
–Te pronosticaron que te comprarías una casa, que tu programa saldría del aire y que no te casarás con Javier.
No soy creyente de esas cosas. Me leen y yo acepto en los programas por respeto. Mi mamá asiste a una iglesia cristiana evangélica y yo también voy. Y para mí eso (la cábala) es pecado. Yo creo solo en Dios. Y sí, tengo intenciones de comprarme algo.
–¿Dé que manera te acercaste a Dios?
Yo todos los días le hablo y le agradezco por la familia que me dio. Y voy una vez a la semana a las reuniones que hay en la iglesia. Y lo hago de corazón, creo que ha sido mi mejor opción aceptarlo en mí, porque Dios es tu mejor socio y amigo.
–¿Odias a alguién?
De verdad te puedo asegurar que no odio a nadie. Yo deseo que Magaly sea feliz. Te lo digo de corazón. Sé que hace su chamba, aunque mucha gente me dice lo suyo hacia a ti es personal.
Fuente: Diario El Popular