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Tony Curtis, el rompecorazones que supo pasar de galán en filmes que explotaban su apariencia física a figura indispensable y respetada con más de 100 películas en Hollywood, falleció ayer los 85 años víctima de un paro cardíaco.

La actriz Jamie Lee Curtis, hija del intérprete y de Janet Leigh, la primera de sus seis esposas, dijo en un comunicado que su padre deja un legado de interpretaciones geniales en las películas y una gran labor con sus pinturas y escritos.

“Deja atrás a sus hijos, sus familias y a su esposa, que lo amaban, respetaban y le eran devotos. También a sus admiradores en todo el mundo. Lo echaremos mucho de menos”, añadió.

Curtis, candidato al Oscar al mejor actor por “Fuga en cadenas” (1958), por encarnar a un convicto racista que escapa de la cárcel junto a un reo negro (Sidney Poitier), siempre será recordado por su papel de travesti en “Una Eva y dos Adanes” (1959), donde formó con Jack Lemmon una de las parejas cómicas más brillantes de la historia. En el filme Curtis besó a Marilyn Monroe, algo que comparó “como besar a Hitler”, tras más de cuarenta tomas esperando a que la diva consiguiera decir el diálogo correctamente.

La carrera de Curtis, una de las más sólidas de la industria, nunca fue respaldada por una estatuilla dorada ni otra nominación, a pesar de actuaciones tan memorables como la de su Albert DeSalvo en “El estrangulador de Boston” (1968).

Trabajó en clásicos como “Spartacus” (1960), “Who was that lady?” (1960), “The rat race” (1960), “Taras Bulba” (1962) o “40 pounds of trouble” (1962).

Llegadas las décadas de los setenta y los ochenta, se refugió en el medio televisivo con películas y series olvidables. “Era un gran actor. Lo echaré de menos”, dijo el actor británico Roger Moore, con quien Curtis coincidió en la serie “Dos tipos audaces”. “Era muy divertido trabajar con él, tenía un gran sentido del humor e improvisaba de maravilla”, añadió en declaraciones al canal Sky News. Con Janet Leigh formó la pareja de oro de Hollywood desde 1951 hasta 1962. Después contrajo matrimonio con Christine Kaufmann, Leslie Allen, Andrea Savio, Lisa Deutsch y Jill Vandenberg, la que era su actual esposa, con quien se casó en 1998.

Carlos Cacho, conductor de “Mil disculpas”, se encuentra en franca recuperación en una cama del Hospital Militar tras sufrir un severo cuadro de estrés, hecho que le provocó fuertes dolores de cabeza y presión alta.

El programa, sus shows en un conocido local capitalino, su labor en un prestigioso salón de belleza, los viajes a provincias y otras actividades, terminaron minando la salud del polémico animador.

Profesionales de la salud del mencionado nosocomio hicieron a Carlos una tomografía, además de otros exámenes, para descartar algún mal mayor.

Niega haber empujado por escaleras de discoteca a prima de Reimond Manco. “Se cayó en pista de baile”, revela.

Shirley Arica no se aleja de los escándalos. Luego de que el programa “Magaly TeVe” difundiera un video en el que se le ve a la modelo y a su ex pareja José Terry peleándose y forcejeando en plena calle de Miraflores, la modelo reveló que fue víctima de maltrato. Según dijo, estaba enamorada y cegada que poco le importaba que el joven la agrediera físicamente.

“Estuvimos dos años, pero de lo lindo que era se volvió complicado. Hace tiempo que no salimos, antes de ir a Chiclayo con Reimond ya no estábamos porque él es una persona obsesiva, el drogadicto es él y no yo. La verdad es que en varias ocasiones él me ha metido puñete, me ha golpeado y por eso lo he denunciado, mi madre estaba al tanto de todo. Lamentable­mente el amor a veces es así y te ciega, pero gracias a Dios logré terminar con esa relación”, narró la joven.

Según dijo, su ex pareja la buscó la madrugada del miércoles en Mira­flores, preso de los celos al saber que estaba saliendo con el cómico Oscar Ga­yoso. “Si Oscar no se metió durante la pelea fue porque yo se lo pedí, no quería pelea entre ellos. Quiso pegarme una vez más, pero yo me escapé”.

Sobre la otra “bronca” que protagonizó la misma madrugada con la prima de Reimond Manco, Geroty Mongrut, sostuvo. “Estuve con la gente de ‘El gran chongo” bailando y en eso se me acercó esa chica y me dijo ‘ay reina, tú eres la chica que se hizo famosa con mi primo p… de m…’. Y me arañó la cara y eso está grabado, porque fue en la pista de baile y no en las escaleras como ella dice. Yo sólo me defendí y si quiere que me denuncie, porque yo también podría hacerlo ya que me arañó los brazos”.

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La salida de Laura Bozzo de TV Azteca sigue causando polémica. La periodista mexicana Maxine Woodside, una de las comunicadoras con mayor peso y audiencia en la radio azteca, reveló que el alejamiento de la “abogada de los pobres” de Azteca se debió a una rabieta de la conductora, que tuvo que aceptar la propuesta de Televisa por la mitad de su sueldo tras verse “en la calle”.

“Laura Bozzo armó todo un drama creyendo que en Televisión Azteca la iban a retener y le suplicarían que se quedara, pero la jugada no le salió. Y eso que la contrataron con todas las comodidades, le dieron casa, camioneta, chofer, seguridad y dinero. La rabieta que hizo exigiendo más cosas no le salió nada bien”, afirmó.

Woodside destacó que “la doctora” ancló nuevamente en Televisa por la mitad del sueldo que ganaba en Azteca, así como con menores beneficios. “No cabe duda de que ella sabe hacer bien sus programas y eso anima a muchos ejecutivos a contratarla, pero esta vez la jugada no le salió, ella misma se encargó de afirmar que en su mudanza no tuvo que ver nada el dinero”.

Maxine reveló que los 15 puntos de audiencia del talk show de Laura, a las cinco de la tarde en Azteca, jamás lo imaginaron los ejecutivos de esa televisora y eso los hizo felices. “Sin embargo, no fueron capaces de soportar sus pataletas”, manifestó.