El cantante se estrenó como papá con la Pedreschi y dicen “nuestra hija es un milagro de Dios”.
Giovanni Kral y Milagros Pedreschi viven un momento muy especial en sus vidas. El nacimiento de la pequeña Dashley Milvanni los ha llenado de felicidad e ilusiones, además de nuevas responsabilidades.
“Lo que siento por mi hija es una experiencia difícil de expresar. Estamos agradecidos a Dios por la bendición que nos dio, nuestra hija es un milagro de amor”, dice Giovanni, mientras tiene en sus brazos a su pequeña bebé de solo 15 días de nacida. La besa y le dice que cuando sea grande saldrá en la portada de los diarios, pero solo la carita, “nada de mostrar lo otro (el derriere) como la madre”.
¿Quién le escogió el nombre?
Giovanni: Yo. Dashley es el nombre de una actriz que me gustó y Milvanni es la unión de Milagros y Giovanni.
Milagros, esto es como volver a empezar…
Sí, mi hijo Leomar ya tiene 9 años y en la época que nació él, yo tenía 17 años, vivía con mis padres, mis hermanos, así que siempre había alguien que lo veía. Pero aquí estoy sola. Las madrugadas me las como yo, además solo quiere estar en brazos, los tres días que estuve en la clínica Giovanni la tuvo cargada, la mal acostumbró.
Entonces, ¿es un papá aplicado?
M: Sí, él considera a Leomar como su hijo, pero hablando de experiencia, es su primera hija. Verla nacer, cambiarla, porque el primer día que la trajimos a casa, él le cambió el pañal, de ropa, todo… igual se desespera a veces, sobre todo cuando la baña porque es chiquitita.
¿Tiene carácter fuerte?
Sí, porque es renegona y, la verdad, los dos tenemos carácter fuerte.
Ahora que se ha fortalecido la relación, ¿han visto la posibilidad de unirse nuevamente como pareja?
Sí pues, pero no es por la bebé si hay una reconciliación o no… Siempre he dicho, desde que salí embarazada, que si regresamos será porque los dos nos queremos. Pero todavía no lo sabemos. Lo que pasa es que uno piensa que ella (la bebé) va a querer una familia sí o sí, y yo voy a querer que mi hija tenga a su padre y madre al costado.
¿El amor sigue intacto?
G: Claro. De lo contrario, sería el tipo de papá que va a verla cada cierto tiempo, cada ciertos días. El cariño y el amor están ahí.
M: Giovanni para muy unido a la bebé, todos los días. No hay un día que no esté con nosotros.
¿Qué es lo más difícil?
M: Las madrugadas, porque él trabaja de miércoles a sábado en las madrugadas. Por ahí que lunes y martes me puede ayudar, pero los demás días llega acá como a las 5 de la mañana, a esa hora la bebita está dormida. Cuando se levanta mi hija, como las 6:30, no lo voy a despertar para que me ayude.
Tú estás chocho. Ya te quiero ver cuando sea grande…
Ya me he comprado mi escopeta (risas)… Estoy feliz e ilusionado. El objetivo de mi vida es otro, antes pensaba en la camiseta, las zapatillas o por ahí un pantaloncito, pero ya no. Ahora todo es para mis hijos, para que ellos estén bien.
Fuente: Diario Trome