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La cantante lució muy bella con este atuendo

Fuente: Peru.com

La actriz evitó hablar de su ‘ampay’ con Laszlo Kovacs, pero afirmó que nunca esconderá sus sentimientos aunque esté en la vía pública.

“Es una cosa que haré siempre (mostrarse públicamente), no sabía que estaba prohibido andar por el Malecón de Barranco, nadie me ha multado”, dijo Mónica Hoyos respecto a las imágenes en las que se le ve besando a Laszlo Kovacs.

Asimismo, la popular ‘españolísima’ sostuvo que tiene los “ojitos brillantes” siempre. “Siempre hay que tener los ojitos brillantes, ojalá que siempre los tenga”, dijo la actriz a “Espectáculos con Sofía Franco”, luego de preguntársele si estaba enamorada.

Finalmente, Mónica Hoyos también se refirió a ‘Puchungo’ Yáñez. “Le tengo mucho cariño, él es una gran persona, un gran amigo”, aclaró la artista.

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Fuente: Peru.com

El actor afirma que escenas de amor con Vanessa Terkes se hacen con respeto.

Jason Day dijo no temer que Roberto Martínez lo “abolle”, tal como lo hizo con “Marrón” (asistente de producción de Gisela), por tocarle las piernas a Vanessa Terkes, y aseguró que las escenas de amor con la “Chata”, en la novela “Corazón rebelde”, son realizadas con respeto.

“A Vanessa se le respeta en el set. Yo trabajo a partir de un guión y lo que ocurre en el guión está aprobado por ella y por mí. Hay escenas de besos y mucho más, porque cuando me involucro en un proyecto es porque hay de todo”, señaló el actor que estuvo disfrutando el concierto de Pearl Jam.

Fuente: Diario Trome

Desde el lunes 28 a las 8 de la noche, en Frecuencia Latina, el conductor animará la versión peruana de la exitosa franquicia de la CBS

El corazón de Leysi Suárez se acelera a mil por hora cuando escucha la palabra amor. La morocha siente maripositas en el estómago. Confirma que ha encontrado el verdadero amor en brazos del chico de sus sueños. Sonríe cuando le sueltan el nombre de Marco Antonio Guerrero y prefiere hacerse la desentendida, pero no lo niega. El amor tocó las puertas de su corazón. Eso lo tiene clarísimo, así como también que “tal vez el próximo año” se convierta en madre. Y anuncia que no volverá a desnudarse como en la película ‘Mañana te cuento’.

Leysi, se te nota enamorada…

Estoy muy enamorada, feliz. Mi pareja me apoya en todo, es una persona muy linda, buena y me ha enriquecido por todos lados.

¿Eres romántica? Mucho, me gusta que me engrían, que me digan que me aman. Y que todos los momentos lindos que pasemos se conviertan en felicidad.

¿El sexo es importante para ti? Sí, pero no indispensable, hay cosas que llenan más, como pasar momentos juntos, estar unidos en las buenas y en las malas.

¿Eso quiere decir que Marco Antonio se está portando bien, entonces? ¡Qué chismosa! (risas) Estoy muy feliz pasando una etapa de mi vida distinta y me encanta.

¿Podrías decir que es el amor de tu vida? Sí, claro.

¿Y te casarías con él? No estoy en contra de que las parejas se unan, primero es conocerse, pasar más tiempo juntos, pero claro todo está dentro de nuestros planes de pareja.

¿Eres partidaria de la convivencia? Por supuesto, soy de las personas que piensan que primero hay que convivir y dejar atrás los tabúes. Nosotros no convivimos, pero pronto se dará.

¿Qué piensa tu familia de eso? Me apoya en todo porque soy una buena hija.

Como pareja, ¿ya hablan de ser padres? De repente el próximo año. Ser madre es una bendición, ya me gustaría.

¿Qué queda atrás de las cosas que viviste desde tus inicios? Los bonitos recuerdos.

EL PECADO DE LEYSI Cuéntanos de tu personaje en ‘Yo no me llamo Natacha 2’.

Se llama Valeria, es una señora de 33 años, madre de una niña de ocho años que sufre de una enfermedad en el cerebro. Mi llegada en la historia llega a complicarle la vida a un cura, que fue mi exenamorado. Nos volvemos a encontrar y haré todo lo posible para que se quede conmigo.

¿Harás pecar al padrecito? Por su forma generosa con que me trata me vuelvo a enamorar, pero al final el hábito puede más.

Serás una linda mamacita…

Como una buena madre hago todo lo posible para luchar por sus hijos.

NADA CON DESNUDOS ¿Es verdad que has rechazado varias ofertas para hacer papeles sexys, calendarios y hasta desnudos? Sí, siento que esa etapa de mi vida ya la pasé. Tengo los mejores recuerdos, pero quiero hacer otro tipo de personajes. Soy una Leysi más centrada, madura.

Los caballeros se pondrán tristes al enterarse de esta decisión.

Tan lindos (risas). Ya los he hecho y repetir no me motiva.

¿Y si te ofrecen una jugosa cantidad de dinero? Yo le daría el doble para que no me pidan eso (risas).

¿Es una decisión definitiva? Sí, lo que pasa es que cuando eres una niña en televisión haces varias cosas. Una cambia, es lindo conocerte, enriquecerte de otras cosas diferentes. Ya no me llama la atención.

Fuente: Diario Aja

La cantante celebrará su boda con Rubén Sánchez el próximo 14 de junio, día de su cumpleaños.

Con rotundo éxito Dina Páucar celebró sus 21 años de vida artística. Miles de personas coparon las instalaciones del Complejo Santa Rosa de Santa Anita donde además su manager y pareja Rubén Sánchez, volvió a pedirle matrimonio. Pero la “Diosa hermosa del amor”, le respondió: “Ver para creer”.

“Es que hace dos años también me dijo que no casamos y sigo esperando sentada porque parada ya me cansé”, fue la respuesta de Dina quien lleva 17 años de convivencia con Rubén Sanchez, padre de dos de los tres hijos que tiene la cantante. “Pero,ahora si te digo que el 14 de junio, día de tu cumpleaños, nos casamos”, le respondió Rubén.

“Casados o no casados estamos felices, nada ni nadie va a detener ni estropear este amor que ambos sentimos. Nada tumbará esta carrera tan bonita que hemos construido juntos. Rubén no llegó cuando Dina Páucar era exitosa, Rubén llegó cuando Dina Páucar no era nada y ambos hemos hecho carrera juntos, así que, ni él es oportunista ni yo tampoco”, agregó Dina.

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Fuente: Peru.com

Igual que la semana pasada, Magaly Medina fue ampayada en la Plaza de Acho junto a su pareja Alfredo Zambrano.

A pesar de los rajes y comentarios malintencionados de terceros, la popular ‘Urraca’ continúa muy contenta al lado del ‘Pingüino’ y ayer disfrutaron de la corrida de toros.

Palabras sobran al verlos enamorados y acaramelados, mismos quinceañeros.

Fuente: Diario Aja

Con más de 30 canciones y casi tres horas de show, la banda liderada por Eddie Vedder protagonizó uno de los mejores conciertos del año.

Ya era emotivo recorrer los locales frente a la PUCP y verlos inundados de “¿Cómo estás? ¡A los años!”, de varias camisas a cuadros, sentir el escalofriante flashback hacia fines de los noventas, los años del “Yield”, los primeros ciclos en la universidad, mismas caras, más edad, el mismo impulso: concretar ver a Pearl Jam.

No trato de ser nostálgico, no se me malentienda: la demostración de rock n” roll anoche de los de Seattle no tenía como esencia artística el mantener vivo el espíritu de esa década “grunge” (¿?), algo sobre lo que los mismos PJ deben preguntarse con qué se come. Fue más bien el asistir al encuentro de una maquinaria musical diversa, que transita con comodidad entre folk, el punk rock, el llamado heartland rock, un sistema de engranajes musicales aceitado en su mejor forma, sin concesiones, en plena actividad y con el brillo maduro del artesano que terminó tomando como esposa a su oficio.

Pasadas las 9:15 p.m., las agudas notas de la oscura “Metamorphosis 2” del teclado del héroe minimalista Phillip Glass y el bajón de las luces en el escenario fueron la señal esperada para erizar la piel de los cerca de 30 mil fans (aunque en partes del estadio, eran más bien hinchas) que solo esperaban ese play de honor para ver subirse al escenario a Vedder y compañía. Tras la ovación inicial, las notas espaciales de la instrumental “Interstellar overdrive”, de Pink Floyd, confundían a algunos, hasta la transición al desconcertante inicio de “Corduroy”. Para entonces, ya, en algunas partes del estadio los pies de uno podían empezar a despedirse del suelo, por la ingente masa que saltaba al ritmo de esta descarnada demostración de principios emocionales (y musicales).

Sin mediar pausa alguna, “Why go” era ya la marcha rabiosa del “Ten” que invitaba seductoramente al corear a todo el estadio el “why go home”. La nihilista y agria “Hail hail” del “No code” vino de tercera y Pearl Jam no daba tregua; mucho menos al poner de cuarta canción a la biliosa “Do the evolution”, sin duda una de las más pedidas.

La bestial andanada ya nos mostraba varios de los aspectos del concierto de casi tres horas y más de una treintena de canciones: que el “Ten”, el “Vs.” y el “Vitalogy” (junto al reciente “Backspacer”) fueron los discos preferidos por Vedder a la hora de armar el setlist de la banda que, según dijo McCready horas antes a elcomercio.pe iba a ser confeccionado especialmente para el Perú.

Ya entonces el líder del grupo había dicho, en castellano, que podía pronunciar algo que había querido decir hace mucho: “Buenas noches, Lima”. Y en una muestra de su sencillez, agradeció a los asistentes por haber hecho que un sueño de la banda se cumpla, el tocar en nuestro país.

A cantar todos de nuevo. “Elderly woman…”. Luego, la super punche “The fixer” e “Evenflow”, otra de las que más pogos generó, en varios puntos de la zona “Ten”, al menos, que es desde donde vi el concierto.

La dulce “Setting forth”, que Vedder escribió para la película “Into the wild” y tras ello, la lapidaria y telúrica “Not for you”. Sin pausa alguna la corta carrera de ladridos de “Lukin”. Tras dedicar a los amantes de la tabla “Amongst the waves”, el público se entregó al arrullante inicio de “Betterman”, con la que las gargantas de la multitud llevaron un coro demoledor, como suele suceder en esta parte de los conciertos de la banda.

Otra gran joya de su catálogo, “Black”, continuó con las gargantas de miles entumecidas en una barra hipnotizada hacia el final de la canción. El remate de la primera parte entonces fue la angustiante y violenta “Go”.

A su vuelta al escenario, “The end” daba el inicio al set de lentas y emotivas. No me canso de decir que Vedder es quizá la mejor voz del rock que ha pisado Lima y entonces lo demostró aquí. Para “Just breathe”, la banda invitó a una pareja de recién casados, amigos de su mentor Neil Young y quienes estaban de luna de miel. Los más envidiados de la noche, sin duda, deshaciéndose en dulces gestos, sentados a un costado de Eddie para recibir a pocos metros del cantante el mejor regalo de bodas concebible.
Con “Daughter” (incluida la transición a “WMA”, también del “Vs.”, y la genial “Unthought known” se cerró la secuencia más sentida del show.

Siguieron la reciente “Ole”, “Blood”, “Jeremy y “Porch”, con un alargado puente que dio prórroga a más pogos en diferentes puntos de la cancha.

Luego Vedder cuenta, aún en castellano, que soñó con mucha gente sentada en un parque, sosteniendo una camiseta gigante y cantando canciones sobre Pearl Jam. Y que luego se dio cuenta de que no soñaba, refiriéndose así a quienes estuvieron frente al Marriott esperando ver a la banda. Entonces vino “Given to fly”, de sensacional factura melódica, de explosión y remate a cada verso en las gargantas del público.

Más covers. “Last kiss” (no, no dijeron nada de los Dolton’s, por si acaso) y el clásico de The Who, “The real me” (que Vedder ha cantado en más de un tributo a su banda favorita) servían para inicar la fuga. Ya entonces era obvio que McCready es un artista tan libre que muchos de sus solos parecen sacados del sombrero del mago, nunca calzan igual que en otros shows, pero vaya si logran su cometido; estaba claro que Ament y su bajo son el alma de la selección más rockera del repertorio de la banda; que Stone no necesita mucha luz para ser el cemento que une esta gran estructura sonora; que Matt Cameron no se equivoca casi nunca, que sus coros aporta en gran medida; y que Boom Gaspar en sus teclados es parte esencial en la vitalidad siempre renovada del grupo.

El himno “Alive” vino entonces, casi no se podía escuchar a Vedder. Quizá por eso, en el largo punteo final de la canción, se bajó del escenario a saludar a los que estaban posicionados en la división que había entre Ten izquierda y derecha. El homenaje a Young llegó con “Rockin’ in the free world”, en que se sumaron los miembros de los teloneros X al escenario.

“Indifference” con Ament en el contrabajo y la sentida “Yellow ledbetter” sellaron la memorable noche.

LO MALO: Quizá hubiera podido resolverse el que se hubiera un vacío enorme entre la zona Ten y la posterior adelantando la barrera, no sé. La verdad es que podría haber ido más gente, no hubo un lleno total. Al menos los que fueron corearon más canciones de lo que el público rockero promedio de Lima suele hacer, al menos desde donde vi el concierto. Eso es meritorio.

BONUS TRACK: los sensacionales X. Para muchos, la primera vez que los oían. Pero con “Los Angeles”, “Nausea”, “Johnny hit and run Paulene” o “Hungry wolf”, se seguro no será la última. Al final de su set salió a escena por primera vez Vedder, para anticiparse a sus compañeros y acompañar a los liderados por John Doe en la concluyente “Devil doll”.

Fuente: El Comercio